Ser testigo de situaciones de bullying o violencia escolar y no denunciarlo convierte a la persona en cómplice y agravaba el problema.
Con esa consigna, el Colegio de Psicólogos, el Ministerio de Educación Pública (MEP) y la organización Territorio Psicológico presentaron, la mañana de este miércoles, la campaña “Alto al bullying, rompé el silencio”.
“Necesitamos levantar la mano a partir de nuestras responsabilidades y parar esto”, expresó Esteban Durán, miembro de la junta directiva del Colegio de Psicólogos.
Ingrid Naranjo, psicóloga especialista en bullying, agregó: “en este tipo de situaciones hay tres actores importantes. Están quienes lo viven, que muchas veces la sociedad los sigue culpabilizando y haciéndolos sufrir más. Están quienes lo hacen. Pero también está esa tercera pata del banco: los que ven, los que saben, los que sospechan. Los observadores son cómplices. Muchos callan por miedo de que se lo hagan a ellos y esto complica la situación”.
Naranjo también aclaró que: “La palabra es bullying. No hay traducción directa al español. No es matonismo, porque el matonismo es solo una de las características. Son muchos verbos que componen esta palabra, e incluyen el amedrentar, hacer a un lado, humillar, burlarse, ejercer control”.
Tiene diferentes formas: golpes, burlas, humillaciones, negar la participación en actividades sociales. Las consecuencias para la salud mental y emocional también son muy distintas: llanto, inseguridad, debilidad, dificultad para disfrutar, ansiedad, problemas para dormir, aislamiento, nerviosismo, sentimiento de culpa y pocos deseos de ir a la escuela o al colegio.
La campaña no solo está dirigida a estudiantes, también a educadores y padres de familia que, de igual manera, pueden enterarse de lo que está pasando con las víctimas y el miedo les impide hablar.
Para evitar estas situaciones, a partir de este 15 de mayo y hasta el 15 de junio circularán mensajes en redes sociales y medios de comunicación sobre la necesidad de alzar la voz, denunciar y dejar de ser testigos silenciosos.
Esta campaña fue declarada de interés educativo por el MEP.
“Es fundamental que los centros educativos sean espacios seguros para el aprendizaje, en el marco de una convivencia basada en la equidad y la justicia”, indicó Kattia Grosser, directora de vida estudiantil del MEP.
Más información puede observarse en el enlace: http://psicologiacr.com/bullying
Impacto del flagelo
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Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), alrededor de 150 millones de niños y adolescentes en el mundo dicen haber sufrido bullying.
En Costa Rica, un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) colocó el año pasado al país en un tercer lugar dentro de América Latina.
Según este documento, la primera posición la ocupa República Dominicana, donde el 30,1% de los estudiantes dijo estar sufriendo las consecuencias del bullying. Le sigue Colombia, con un 22,1%. Costa Rica y México están empatados en un tercer puesto, con 20,8%.
En nuestro país, datos más específicos, indican que el 11,8% de las personas reciben burlas de sus compañeros y el 2,7% ha sido víctima de violencia física.
El documento de la OCDE también le otorga un segundo lugar a Costa Rica, esta vez entre las naciones que se perciben como que no hacen nada o que no hacen lo suficiente para mitigar la situación.
Por esta razón, la nueva campaña busca que cada vez más personas hablen y no participen de un silencio cómplice.
“El silencio es el enemigo más doloroso del bullying. Por eso lanzamos esta campaña, buscamos una intervención activa de quienes presencian episodios de maltrato, acoso y hostigamiento para que denuncien y apoyen a las víctimas”, concluyó Durán.
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