En el envejecimiento de todo ser humano hay cambios: la piel se arruga, el pelo se cae o se vuelve canoso, la vista puede no ser la misma de décadas anteriores. Pero hay un factor que normalmente se liga al envejecimiento y no debería ser así: perder la memoria u olvidar cómo se hacían cosas básicas. Esa condición no es parte de la vejez pero sí podría ser señal de deterioro cognitivo leve, la antesala de una demencia que puede prevenirse o detectarse a tiempo.
Especialistas en Geriatría y en Neurología piden a la población no normalizar esta situación y buscar ayuda de profesionales en medicina cuando los olvidos se vuelven frecuentes y hay cambios en la persona.
“Empieza el familiar a tener problemas de la memoria, del comportamiento, de la parte cognitiva y al decir ‘ah no, esto es normal’, lo van dejando y lo van dejando. Aquí es importante recordar que esto no es así, nadie, por ser mayor va a llegar a deterioro cognitivo leve o demencia“, manifestó el geriatra Mauricio Quesada Rosales.
Su colega Leonidas Bonilla Carballo coincidió en que la pérdida de la memoria no es normal, ni tampoco propio de un envejecimiento.
El cerebro envejeciente
Aunque el deterioro cognitivo no se ve en todos los adultos mayores ni es exclusivo de esta etapa de la vida, sí es cierto que esta población es la más vulnerable. La razón, explicó Bonilla, es que cuando envejecemos se compromete la velocidad del procesamiento mental. “Esto quiere decir que una persona es más lenta en darnos una respuesta, pero esto no implica problemas en su cognición”, advirtió.
Quesada afirmó que más deterioro en la vejez responde a dos palabras: reserva cognitiva. Para definirlo, el geriatra hizo una analogía con los ahorros que se van acumulando durante la vida.
“Cuando llegamos a una edad avanzada, según cuánto tengamos ‘ahorrado’ nos vamos a defender de esas circunstancias. El adulto mayor, por todos los cambios del envejecimiento y sus procesos, hace que las conexiones cerebrales sean menores y haya menos reserva cognitiva. En otras palabras, tenían ‘menos ahorros’ en el cerebro y por eso el impacto fue mayor”, aclaró.
¿Por qué se ven más problemas de memoria hoy que hace unos años? Para el especialista, esto se debe a tres razones. La primera es que ahora vivimos más, entonces una persona que habría sufrido deterioro cognitivo a los 90 años, moría a los 70 de otras causas.
La segunda es que ya muchas personas dejaron de normalizar estas pérdidas de la memoria y comenzaron a buscar ayuda, y la tercera es que ahora hay mayores herramientas diagnósticas.
Deterioro cognitivo leve
Mauricio Quesada comparó el deterioro cognitivo leve con estados como la prehipertensión o la prediabetes, en donde ya los niveles de presión arterial o glucosa en sangre se alteraron y están anormales, pero esto no necesariamente quiere decir que la persona vaya a desarrollar hipertensión o diabetes, pues pueden ponerse en práctica medidas para controlarlo y evitar la enfermedad.
El geriatra señaló que el punto que “parte aguas” entre el deterioro cognitivo y la demencia es la funcionalidad. Una persona con deterioro puede seguir haciendo sus actividades cotidianas, pero ya en una demencia se le dificultará realizarlas.
El neurólogo Juan Antonio Valverde Espinoza recalcó que los primeros síntomas son pequeños errores que se cometen en el día a día, como por ejemplo fallas en la memoria, dificultad o imposibilidad de realizar actividades que antes eran fáciles, desconcentración, problemas para encontrar las palabras al hablar, pérdida de fluidez al caminar, no reconocer a familiares, no seguir una receta o instrucciones simples o problemas para manejar el dinero.
Prevención del deterioro cognitivo
El gran problema es que los primeros síntomas en este tipo de trastornos se dan varios años después de que el cerebro comienza a cambiar. Por eso, lo mejor es hacer modificaciones en el estilo de vida desde jóvenes que ayudarán a subir los “ahorros” de los que hablaba Quesada.
Bonilla y Quesada coincidieron en que lo que resulta beneficioso para el corazón también es bueno para el cerebro. En este sentido, comer de forma saludable, no fumar, hacer ejercicio, moderar las grasas y azúcares, ayudarán.
“Dormir es muy importante. Durante la noche el cerebro descansa, reposa y se recupera”, enfatizó Bonilla.
Además, mantener el cerebro lo más activo posible ayudará a prevenir los trastornos.
“Mientras nos mantenemos estudiando, hay muchas conexiones cerebrales y este órgano estará ‘en forma’”, dijo Quesada.
Deben estimularse todas las áreas cognitivas. Un crucigrama, por ejemplo, solo estimula un área. Eso es equivalente a ir al gimnasio y solo ejercitar un brazo.
Quesada dijo que hay dos actividades que “activan” todas las áreas de la cognición: aprender un instrumento musical o aprender un idioma.
También hay factores de riesgo que exponen a la población a deterioro cognitivo. Dentro de ellos están la hipertensión, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, la depresión, la inactividad física, la diabetes y la pérdida auditiva.
Señales del deterioro cognitivo
Quesada indicó que hay personas que siempre han sido desmemoriadas o “despistadas” y en ellos, desde jóvenes, es normal olvidar cosas o saber dónde dejaron algo. En estos casos, la familia no debe preocuparse si ve a un adulto mayor con comportamientos que ha tenido toda la vida. Por ello, es necesario prestar atención a los cambios.
“Si mi mamá toda la vida dejó las llaves tiradas, no es de extrañar que las siga dejando tiradas de adulta mayor. Pero si nunca se le quemaba la comida y ahora sí se le quema porque se le olvidó apagar la cocina, sí es algo que deberíamos tomar en cuenta”, ejemplificó.
Muchas veces, lo que consideramos problemas de memoria no lo son, aunque parezcan. Por ejemplo, si alguien sale de casa y no regresa, no es que se le olvidó cómo volver, es que se alteró otra área cognitiva relacionada con la orientación espacial. O si va al supermercado y trae el vuelto mal no fue que se le olvidó cómo contar la plata, es que ya tiene problemas de cálculo. O si ya no hace el arroz con leche como antes, no fue que se le olvidó, sino que tiene problemas con sus funciones ejecutivas.
¿Qué hacer para evitar pasar de deterioro cognitivo a demencia?
No existen medicamentos para curar el deterioro cognitivo como tal y evitar del todo la demencia, pero sí hay programas de estimulación cognitiva que llevan a cabo neuropsicólogos como estrategias para fortalecer las áreas.
En estos casos no se puede prevenir ni revertir, pero ayudará a retrasar la progresión de la enfermedad.
“El paciente no se va a curar, pero se estimulará para que el paciente logre mantener trabajando esas funciones la mayor cantidad del tiempo”, puntualizó Mauricio Quesada.
La progresión de la demencia hará que el paciente se haga más dependiente y requiera más del cuido de otros. Cuanto más temprano se detecte, más podrá hacerse por la persona.
En este sentido, la organización de la familia y de diferentes cuidadores para que todos tengan tiempo de estar con el paciente y no se recargue la labor en uno solo.