El cáncer de mama sigue siendo el más mortal entre las costarricenses y uno de los más comunes, junto con el cáncer de piel. Solo en el 2021 esta enfermedad cobró la vida de 416 mujeres, el 55% de las cuales tenían entre 40 y 69 años, según datos de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud.
La cifra de fallecimientos representa 11 muertes menos de las vistas en 2020, cuando hubo 427. La provincia con mayor tasa de mortalidad por cáncer de mama es Cartago, donde en los últimos años llegó a 18,44 decesos por cada 100.000 mujeres.
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama, que se conmemora este 19 de octubre, La Nación comparte formas para la detección temprana de esta enfermedad y que ayudan a bajar el riesgo.
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Cuidado que va más allá de un autoexamen
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Hasta hace unos pocos años, era muy común escuchar del autoexamen de los senos como la receta por excelencia contra el cáncer de mama. Ya no es así. Aunque esta práctica no se desaconseja, especialistas e investigadores en el tema indican que dejó de ser suficiente para lograr una detección temprana de este tipo de tumor y así ofrecer un tratamiento oportuno.
¿Por qué el autoexamen es insuficiente? Son varias las razones. Por un lado, porque, por más autoconocimiento que tengamos de esta parte del cuerpo, las mujeres no tienen la habilidad de palpar cosas que un profesional en salud sí puede sentir. Por otro lado, hay exámenes como ultrasonidos y mamografías con capacidad de detectar anomalías más pequeñas que las que pueden descubrir las manos.
Además, ya para cuando algo puede palparse es porque el tumor o anomalía ha crecido mucho y la idea es detectar la irregularidad lo más pronto posible. Una detección temprana minimiza los riesgos de tener enfermedad grave y morir y aumenta las probabilidades de supervivencia.
“No estamos diciendo que no se haga. El autoconocimiento es muy importante y nos permite detectar cambios. Es un llamado a saber que hay otras opciones”, destacó en una entrevista previa Lidieth Carballo, asesora de temas de salud de la mujer en la Gerencia Médica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
El Ministerio de Salud indicó este miércoles algunas pautas para tomar en cuenta este mal.
- Asistir a consultas médicas con regularidad, que impliquen una mamografía cada dos años en mujeres mayores de 40 años.
- Realizar una autoexploración mamaria mensualmente y si observa algún cambio, acudir al médico.
- Llevar una alimentación balanceada.
- Practicar ejercicio.
- Evitar el cigarro y el consumo de licor.
Anteriormente, la CCSS había hablado de estos otros en la misma línea.
FUENTE: CCSS. DISEÑO/LA NACIÓN.
El ejercicio es parte trascendental de estas recomendaciones porque ayuda a bajar el riesgo de desarrollar este mal. En 2002, un análisis de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard y del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI, por sus siglas en inglés) tomó en cuenta nueve estudios científicos con 755.459 adultos a los que se les dio seguimiento durante un promedio de 10,1 años. Los resultados fueron publicados en la más reciente edición de la revista Journal of Clinical Oncology.
Según el reporte, el ejercicio moderado reduce un 6% el riesgo de tumores en el seno y el vigoroso lo reduce en un 10%. Esta medida no es perfecta y por eso no debe usarse por sí sola.
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No hay receta única
El epidemiólogo Roy Wong expresó que en los últimos años es mucho lo que ha avanzado el conocimiento sobre esta enfermedad, y, con ello, muchas formas de tratarla. Esto se debe a que, pese a que es el mismo lugar del cuerpo humano, este tumor puede tener diferentes características.
“Antes solo se le podía decir a la paciente ‘usted tiene cáncer de mama’, hoy se pueden buscar otras cosas para hacer más detallado todo. Hoy sabemos que hay subtipos específicos, y que no todos se comportan igual y por ello no requieren el mismo tratamiento. Antes solo sabíamos si había o no presencia de células cancerosas. Hoy sabemos si hay hormonas, anticuerpos, receptores determinados que podrían indicarme cuál tratamiento es el mejor”, destacó.
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Otros problemas: falta de datos para toma de decisiones
Sin embargo, hay problemas para la toma de decisiones a la hora de tratar este cáncer, y es la incidencia (número de casos nuevos reportados) de este mal. La pandemia afectó las estadísticas del Registro Nacional de Tumores y ya llevan varios años de retraso.
“Es imprescindible contar con datos actualizados, ya que esto facilitará tomar decisiones oportunas y adecuadas para combatir una enfermedad que no espera ni pierde tiempo. Por ejemplo, el protocolo actual establece que la mamografía se envía solamente a las mayores de 45 años, pero se están reportando bastantes casos en mujeres menores de esa edad. Al no contar con estadísticas actualizadas las decisiones para cambiar el rango de edad no se pueden justificar”, señaló Gonzalo Vargas Chacón, coordinador del Consenso Nacional de Especialistas en Cáncer de Costa Rica.
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