Ella nunca tuvo síntomas. No subió ni bajó de peso, no se sentía descompuesta, no sentía ningún bulto extraño en su cuello y ni siquiera le dolía la cabeza.
Sin embargo, un día, hace dos años, Stephanny Escalante se descompuso durante una caminata y todo cambió. El diagnóstico: cáncer del tiroides, el tumor con mayor crecimiento entre las mujeres en Costa Rica.
“Me llevaron al doctor y él me tocó el cuello; ahí sintió una pelotita y me mandó a hacer un ultrasonido y un análisis. Resultó ser un tumor y estaba creciendo muy rápido”, relató.
El tiroides es la glándula que regula el metabolismo y es responsable de procesos en todos los órganos. Los tumores en esta zona son mucho más comunes en las mujeres. Están creciendo en todo el mundo, pero el impacto en Costa Rica es mayor que en otros países.
Datos del Registro Nacional de Tumores del Ministerio de Salud señalan que, en las mujeres costarricenses, el cáncer tiroideo se duplicó entre 2000 y 2010 (último año para el cual hay registros).
Mientras que en 2000 se dieron 9,09 casos por cada 100.000 mujeres, en 2010 subió a 17,93 casos.
Ya se convirtió en el cuarto cáncer más común en las mujeres (después de piel, mama y cérvix) y superó al cáncer de estómago.
Esto ha representado también un aumento en los internamientos en hospitales públicos, que han pasado de 167 en 2000 a 553 en 2011.
“Desconocemos la causa. Hay mejores equipos de diagnóstico y los reportes son mejores, esa podría ser una de razón, pero aún no hemos estudiado las causas”, dijo Roberto Castro, director de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud.
“Lo que sí sabemos es que muchos médicos ya están haciendo ultrasonidos de tiroides como parte de su rutina”, añadió.
Incluso, Costa Rica es el país de Centroamérica y el Caribe con mayor incidencia de esta enfermedad y el segundo en América Latina después de Ecuador, según el índice Globocan , de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, la mortalidad por esta enfermedad es muy baja y se ha mantenido estable en un 2,2%. Y aunque los pacientes deben mantener controles de por vida, su salud se mantiene.
“Sigo en control; me operaron varias veces y estuve con yodo radiactivo para eliminar la tiroides y ahora tomo hormona tiroidea, pero fuera de eso, mi vida es completamente normal y estoy con muchas energías”, manifestó Escalante.
El perfil. Stephanny Escalante, hoy de 26 años y a la espera de su primera hija, sufrió esta enfermedad, el segundo tipo de cáncer más común en ticas entre los 15 y 34 años.
Contrario a lo que sucede con otros tipos de cáncer, los tumores tiroideos no son de mujeres mayores de 60 años. Esta enfermedad más bien comienza en la década de los 20 y tienen su punto máximo entre los 35 y los 54 años; después de los 60, son muy pocas las mujeres a quienes se les diagnostica este mal.
“Es un cáncer muy silencioso. Generalmente, se diagnostica por casualidad porque no hay síntomas y debe hacerse un ultrasonido del cuello. Es un tumor de crecimiento muy lento en la mayoría de la gente, normalmente se queda ahí, y si invade otros lugares, ya es en etapas muy avanzadas”, explicó Luis Jiménez, endocrinólogo especialista en este tipo de tumores.
El perfil de esta enfermedad también tiene preferencia por zonas geográficas.
Los casos en San José (provincia con más casos), por ejemplo, triplican los vistos en Guanacaste (provincia con menos casos). En San José hay 21,21 casos por cada 100.000 mujeres contra 7,52 en Limón.
“No sabemos por qué se da en unas zonas más que en otras; esto puede responder a factores genéticos, pero nos hace falta estudiarlo más”, comentó Castro.
Sin embargo, el especialista enfatizó en que hay servicios en todos los centros médicos para las pacientes con esta enfermedad.