Jesenia Arce sintió hace unos meses una "masita" en su seno derecho y fue directo al Ebáis de su comunidad, en Orosi de Cartago.
"Casi de inmediato me mandaron para el Hospital y hace como dos meses me dijeron que era cáncer de mama. Yo quería morirme. Tenía mucho miedo", confesó esta mujer de 43 años.
Arce es una de las cuatro mujeres que ha sido beneficiada con una nueva técnica llamada cirugía oncoplástica, una opción para que las pacientes con cáncer de mama reconstruyan sus senos y tengan calidad de vida, sin necesidad de implantes mamarios.
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El procedimiento consiste en remover el tumor y hacer la incisión y las puntadas lo más pequeñas posible, cerca del pezón o la areola, para así disimular la cicatriz.
Por lo general, esto funciona bien. Sin embargo, según expresó Michelle Wright, cirujana de la unidad del servicio de ginecología oncológica del Hospital Max Peralta, en Cartago, hay casos en los que el tumor es más grande y se debe remover hasta un 50% del tejido mamario.
"A veces, las mamas quedan asimétricas. Es decir, una mama queda más grande que la otra o quedan tal vez con alguna deformidad. Sabemos que la paciente no quiere quedar ni mutilada ni desfigurada, por eso se le da la opción de operar también la mama sana, de manera que ambos senos queden con una mejor simetría, y un tamaño y forma lo más similares posible", explicó Wright.
Tres especialistas del servicio de ginecología oncológica del Max Peralta fueron a capacitarse a España para realizar este tipo de intervención.
Calidad de vida
Arce, quien es ama de casa y líder comunal, asegura que esta cirugía no solo la hizo sentirse libre del cáncer; ahora también tiene menos miedos y mayor seguridad en sí misma.
"Me siento muy bien. Al principio tenía mucho temor, no solo por el cáncer en sí, sino por cómo iba a quedar. Tenía miedo de quedar desfigurada o algo así. La doctora Wright me explicó lo de la cirugía y yo acepté. Ahora me siento muy bien y me gustó mucho el resultado", aseguró Arce, quien es madre de dos hijos.
Esta técnica ya se aplicaba en hospitales nacionales como el México, Calderón Guardia y San Juan de Dios. Sin embargo, el que se haga en Cartago permite también que más mujeres tengan acceso a esta tecnología desde un hospital regional.
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"La mayoría de los casos de cáncer ahora se detectan en un estadio temprano y hay sobrevida de más de diez años. Las mujeres necesitan tener calidad de vida durante todos los años que vivirán después de la enfermedad. No quieren tener rechazo, ni problemas con su pareja, ni depresión", aseguró Wright.
Krisia Díaz, directora del hospital agregó: "El cáncer de mama es un flagelo y una enfermedad también con secuelas psicológicas que hay que tratar. Este tipo de procedimiento toma más tiempo del quirófano porque es más complejo (una cirugía convencional tarda 45 minutos, en cambio, si hay que reconstruir la mama sana para que sea simétrica puede durar hasta 3,5 horas), pero vale la pena destinar ese tiempo del quirófano".
Las excepciones
Yancy Cascante, una de las médicas participantes de la técnica aclaró que hay casos en los que esta cirugía no puede realizarse. Dentro de ellos están las mujeres fumadoras, con alto nivel de obesidad o cuyo tumor sea tan grande que no permita la reconstrucción mamaria.
"Además, si una mujer dice que prefiere no someter su seno sano a una cirugía, respetamos eso y no le hacemos el procedimiento", aseveró la especialista.
El hospital atiende, cada semana, a un promedio de dos mujeres que deben realizarse tratamiento contra el cáncer de seno.