Cerca de 5.000 mujeres puntarenenses serán parte de un estudio que busca encontrar una nueva prueba para la detección temprana del cáncer de cuello de útero o cérvix.
En ellas se probará una técnica ya utilizada en Estados Unidos y Europa, la cual, de lograr buenos resultados en al investigación, también podría ser aplicada en Costa Rica.
A diferencia del examen de papanicolau, que busca lesiones causadas por el virus del papiloma humano (VPH), este otro “rastrea” directamente su presencia en el cuerpo.
El VPH es el responsable del cáncer de cérvix y de muchos casos de tumores en la vagina, vulva, pene, ano y garganta.
La mayoría de esas infecciones son eliminadas por el propio cuerpo, pero en algunos casos se producen lesiones –llamadas neoplasias– que podrían desarrollar cáncer.
Para buscar el virus, los científicos se concentrarán en los 13 tipos que causan cáncer, especialmente en las cepas 16 y 18, que están asociadas al 70% de tumores de cérvix.
Esta nueva prueba, conocida como Estampa, tiene un 98% de eficacia, comparada con el 50% del papanicolau.
¿Cómo se hará? El estudio es un esfuerzo de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), por lo que no se realizará solo en Costa Rica.
También participarán Brasil, México, Paraguay, Colombia, Perú, Uruguay y Argentina. En nuestro país se hará en dos distritos de Puntarenas y Barranca.
“Se escogió Puntarenas porque las costas son la zona con mayor incidencia de cáncer de cérvix, y la mortalidad en la provincia de Puntarenas es mayor”, comentó Alejandro Calderón, coordinador de la investigación.
En una primera fase se hará un piloto con 500 mujeres y luego se incluirán las otras 4.500.
Todas ellas serán sometidas a pruebas Estampa, similar al papanicolau, pero a nivel de laboratorio se buscan cosas distintas.
Las mujeres que resulten positivas, pasarán a una segunda fase que consistirá en otra prueba con el fin de verificar si hay lesiones.
Unos 18 meses después, recibirán los datos sobre las características del VPH que tienen.
“Esta es la nueva forma de detectar el cáncer de forma precoz, sin esperar a que la mujer tenga lesiones”, explicó Rolando Herrero, médico costarricense que trabaja con la IARC.
Con esto, el país espera avanzar en la lucha contra esta enfermedad, que es diagnosticada en unas 400 ticas cada año.