El hackeo que sufren los sistemas informáticos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) obligó a que todos los procesos que antes eran automatizados se hagan a mano y el reporte de las diferentes enfermedades que obligatoriamente se deben declarar ante el Ministerio de Salud no esté al día. Esto sucede con los casos de covid-19.
Randall Álvarez Juárez, gerente médico de la CCSS, explicó en conferencia de prensa, la mañana de este miércoles, el proceso que se implementa.
“Todos los procesos se están desarrollando de forma manual. Nosotros ordinariamente utilizamos la boleta VE 01 que va para el análisis local y para reporte ante el ente rector que es el Ministerio de Salud.
“Es entendible que teníamos una interacción muy expedita a través de los sistemas que nos puede dar la información en tiempo real. Sin embargo, esos sistemas están apagados, entonces se está dando esa información de manera física entre las diferentes unidades y las áreas rectoras . La velocidad no es la misma, pero el proceso se da“, explicó el jerarca.
Además, cada equipo de vigilancia epidemiológica revisa el comportamiento día a día por si se detectara una tendencia diferente que requiriera de una atención más profunda. Las áreas de salud alertarían si algo así se presentara.
Los datos de hospitalizaciones también se facilitan de forma manual.
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Estrategias de atención de emergencias
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El Centro de Atención de Emergencias y Desastres (CAED) indicó a La Nación la forma en la que se está trabajando para no perder la pista de la enfermedad y responder de manera oportuna.
“La Gerencia Médica habilitó un censo diario atendido por los directores médicos de los centros de salud, ahí se recopilan datos para identificar la ocupación hospitalaria y estado del funcionamiento de los servicios, mientras se restablecen los sistemas. De existir alguno con saturación de servicios, se activan los mecanismos para atender cualquier aumento de demanda”, señaló el CAED.
La prioridad sigue siendo que cada usuario tenga acceso a su prueba diagnóstica, su resultado, tratamiento médico y orden sanitaria. Además, todos los centros de vacunación permanecen abiertos y laborando de manera activa, únicamente se le pide a la persona llevar su carné para anotar la dosis.
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A esto se añade el criterio del epidemiólogo Juan José Romero, quien destacó que, en medio de la oscuridad de datos, que cada Ebáis, clínica y hospital trabaje con sus datos y proyecciones locales es trascendental.
“Probablemente, el Hospital Monseñor Sanabria, en Puntarenas, sabrá que por el ritmo de hospitalización que llevan, esperaban tantos hospitalizados nuevos, pero tantos saldrían. Esa dinámica no se vería tan afectada. Ellos sabrían qué esperar y en qué momento pedir ayuda a hospitales más grandes”, afirmó.