Aunque se ha dicho que el cáncer de piel es de los más inofensivos e incluso que su tratamiento es relativamente sencillo, tales previsiones no son aplicables para todos los posibles tipos de tumores en la piel.
El melanoma es esa excepción por tratarse del tipo de cáncer de piel más agresivo y mortal. Y, pese a que es el tumor de piel menos común, su incidencia va en aumento.
Ya se diagnostican dos casos por semana. Así lo indican datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La cifras muestran que, por año, unos 100 pacientes nuevos reciben el diagnóstico y mueren 40 personas.
Esta enfermedad se presenta en forma de lunares asimétricos, con bordes desiguales, borrosos y colores disparejos.
Si no se extirpa en sus estados iniciales, las células cancerosas pueden crecer hacia adentro e invadir tejidos sanos, lo cual pone en riesgo la vida.
¿Cómo reconocerlo? ¿En qué momento podríamos sospechar de un melanoma?
Para los dermatólogos, la vigilancia permanente de la piel es clave, puesto que las manifestaciones tempranas de este cáncer no causan molestias físicas, como dolor o picazón, pero los pequeños cambios sí pueden notarse a simple vista.
Este autoexamen de piel debe hacerse una vez al mes, y en cada ocasión deben revisarse con especial cuidado las áreas de difíciles de ver; tal es el caso del cuero cabelludo, extremidades inferiores, la espalda y la partes traseras de los muslos.
Si en esta revisión usted encuentra lunares, manchas o pecas con bordes desiguales, que cambian de color o tamaño, debe acudir al médico.
¡A prevenir! Los especialistas sostienen que todas las personas deben protegerse del sol para evitar esta enfermedad, sin importar el color de su piel.
“La exposición intensa, prolongada y excesiva al sol puede provocar cáncer de piel, sin importar el color. Antes se pensaba que solo las personas muy blancas eran quienes desarrollaban cáncer de piel; sin embargo, hoy sabemos que todas las personas, sin importar su etnia, pueden presentar lesiones cancerosas”, aclaró Roxana Gaspar, jefa de Dermatología del Hospital Calderón Guardia.
La especialista recordó evitar las cámaras de bronceado, pues estas causan quemaduras en la piel y el cráneo, así como lesiones en la vista y desmayos.
Para la dermatóloga Aída Lara las personas no deben confiar su protección solo al bloqueador, pues este no da el “permiso” para exponerse al sol.
“Hay que estar a la sombra entre las 10 a. m. y las 3 p. m., vestir manga larga si se va a estar expuesto al sol, e hidratarse muy bien: por dentro tomando agua, y por fuera, con cremas hidratantes”, aseveró.
“Además, el bloqueador no es algo que nos aplicamos solo una vez y ya. Debemos aplicarlo constantemente, aproximadamente una vez cada dos horas. No nos hace inmunes ante el sol, solo da más protección”, agregó.