“Sí hay consenso general de que algunas variantes del SARS-CoV-2 (virus causante de la covid-19) están reduciendo la eficacia de las vacunas, por eso debemos trabajar”.
Linda-Gail Bekker, médico especialista en Inmunología, habló de su preocupación de cómo algunas variantes del virus podrían burlar las vacunas existentes, no al punto de que estas no funcionen, pero sí de que su eficacia no sea la esperada.
Por eso, ella y otros investigadores se dedican a estudiar el impacto de estas variantes sobre las vacunas existentes y las que están en estudio, y a ver cómo es posible contrarrestar esto.
Estas declaraciones se dieron durante una rueda de prensa previa a la Conferencia de Prevención de Covid-19 de la Asociación Internacional para el VIH.
Investigaciones en curso que todavía no han sido publicadas en revistas científicas y se consideran preliminares, señalan la posibilidad de que las variantes emergidas en Sudáfrica y Brasil le resten eficacia a las vacunas existentes hasta el momento.
Hay una mutación clave, denominada E484K, que está presente en ambas variantes y que podría alterar la forma de una parte del virus que es crucial para el reconocimiento inmunitario. Esto dificulta que los anticuerpos se adhieran al virus, con esto, la acción de las vacunas sería menor.
En otras palabras, esta mutación haría que el virus “se escape”. Al cambiar su forma en una parte clave es como si usara un disfraz, entonces la memoria de nuestras defensas creada con la vacunación no la reconocería de la misma forma.
“Esto quiere decir que las vacunas sí seguirían trabajando contra este virus, solo que no de manera tan eficiente para las variantes que no tienen estas mutaciones”, especificó la también investigadora del Instituto de Enfermedades Infecciosas y Medicina Molecular de la Universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
“Nunca podemos subestimar al patógeno. Si lo dejamos actuar libremente veremos más variantes, mutará para mantenerse en el planeta. Eso es lo que hacen los virus. Necesitamos cerrar todos los posibles caminos de transmisión”, añadió.
Atacar desde varios frentes
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés) y uno de los principales investigadores en covid-19, indicó que esta posibilidad también lleva a atacar al virus desde la mayor cantidad de frentes posibles.
“El impacto de una vacuna no solo se debe a su eficacia, también a la cobertura que le damos a la vacunación. Si hay una reducción en la eficacia podemos atacar si vacunamos a más personas. Si la eficacia baja, la efectividad puede alcanzarse con más gente”, destacó.
“Pero, solo tendremos luz al final del túnel si implementamos un programa global para proteger a todo el mundo, no solo a los países ricos, a todo el planeta. Si solo proteges a tu país sin proteger al mundo, la pandemia seguirá y seguirá”, agregó.
Bekker es de la misma opinión: “Si sabemos que la eficacia bajó debemos asegurarnos de que nos llegue a más gente, y así la transmisión bajará. Por eso es importante asegurarnos que la producción aumente y pueda llegar a todos los rincones del mundo”.
Las buenas noticias
Aun con una posible menor eficacia hay buenas noticias.
Por ejemplo, Bekker señala que ya varios laboratorios farmacéuticos trabajan en vacunas que funcionen con las nuevas mutaciones.
Para Fauci, la vacuna sí da mayor protección para una infección que la inmunidad que te deja el virus una vez que te infecta.
“La infección natural tiene poca eficacia para prevenir una reinfección con esta variante. Los datos hasta ahora nos sugieren que la protección con la vacuna puede ser más eficaz que la infección. Ya eso nos da esperanza, aunque debemos seguirlo estudiando”, recalcó.
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