Científicos estadounidenses lograron reproducir un nutriente clave en la leche materna y colocarlo en una fórmula de lactancia, para así lograr resultados similares a los que se obtiene con el amamantamiento.
Este nutriente se llama HMO 2fl. ¿En qué consiste? De acuerdo con el estudio, publicado en la revista The Journal of Nutrition, es un tipo de azúcar que está relacionada con la acción de los microorganismos positivos en el cuerpo del bebé, el bloqueo de la acción de los microorganismos negativos y la potenciación del sistema inmunitario.
Según explicó Sean Garvey, uno de los investigadores, la leche materna tiene diferentes componentes, el más común es la lactosa, luego las grasas, y posteriormente un grupo de azúcares llamados oligosacáridos, conocidos como oligosacáridos de la leche humana (HMO, por sus siglas en inglés).
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"Hay más de 150 tipos de HMO en la leche materna, pero los más comunes son los llamados HMO 2FL, que tienen muchas propiedades beneficiosas para el niño. Lo que queríamos es que los menores que por alguna razón no pueden consumir leche materna tengan esta propiedad también en una fórmula", explicó Garvey.
Con esto en mente, se dieron a la tarea de aislar el HMO 2FL de la leche materna y encontrar la forma de agregarla a una fórmula que mantuviera este nutriente.
"Durante más de seis años pasamos haciendo más de 20 estudios preclínicos y posteriormente estudios clínicos con estos nutrientes. En el 2015 hicimos el primer estudio con esta nueva fórmula y vimos que era segura, bien tolerada por los menores, apoyaba el crecimiento del niño de una forma similar a como lo hace la leche materna y mejoraba el sistema inmunitario", especificó el especialista.
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Esta fórmula ya se encuentra en el mercado costarricense. No obstante, la pediatra Yumaira Chacón, fue enfática en que ningún tipo de producto puede sustituir la leche materna y que esta solo puede tomarse cuando el pediatra lo indica.
Usualmente estas se recetan en situaciones muy específicas y es cada especialista el que debe señalar cuál es la adecuada para cada menor.
"Aún cuando el niño pueda tener alergia a la proteína de la leche, la primera indicación sigue siendo la leche materna, pero sí hay otras situaciones en las que es mejor buscar la fórmula. Por ejemplo, si la madre tiene cáncer u otra enfermedad y está recibiendo quimioterapia. Si por algún motivo debe consumir algunos antibióticos sí es mejor dar fórmula por los días que dura el tratamiento", manifestó la especialista.
Además aclaró: "incluso, en los casos en los que la mujer no puede producir mucha leche, la recomendación es también darle al bebé la poca leche que ella puede producir".
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los bebés deberían recibir leche materna como único alimento durante los seis primeros meses de vida, y de forma complementaria con otra comida hasta que cumpla los dos años.
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El estudio
En ensayo clínico fue desarrollado por la dirección de investigación de la compañía Abbott. Se enroló a 414 bebés de cinco días de edad. De ellos, 307 solo habían sido alimentados con fórmula y 107 solo con leche materna.
A estos bebés se les dividió en tres grupos: los que solo habían tomado leche materna continuaban tomando únicamente este líquido de su madre, y, a quienes solo había consumido fórmula se les dividieron en dos grupos y, a cada uno de ellos, se les dio dos concentraciones diferentes de la fórmula Similac 3 ProSensitive con HMO.
Durante cuatro meses, las madres debieron alimentar según la indicación de sus pediatras (aproximadamente cada tres horas).
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A los menores se les tomaron muestras de sangre a las seis semanas del estudio y al finalizar este para determinar cómo estaba el nivel de nutrientes en sangre.
Al finalizar el período de estudio, se vio que quienes registraban mejores niveles de nutrientes y tenían el sistema inmunitario más fortalecido eran los niños que habían consumido la leche materna. Sin embargo, los niveles de HMO eran muy similares en todos los menores.
"Se pudo ver que se aumentaron los buenos microorganismos, se bloqueó la acción de los que pueden causar enfermedad y se potenciaron las defensas", indicó Garvey.
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¿Qué sigue? El especialista indica que aún trabajan en cómo perfeccionar la suplementación de las fórmulas de lactancia para así mejorar la salud de la primera infancia.
"No hemos terminado. Tenemos evidencia en estudios preclínicos (en células de laboratorio y animales) en los que una fórmula enriquecida protege de alergias y baja el riesgo de enfermedades crónicas, pero es algo que aún debemos estudiar más", aclaró Garvey.
Otros estudios
Otras compañías e institutos de investigación trabajan también en análisis de diferentes HMO para otras formas de alimentación en los menores.
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Por ejemplo, en la Universidad de California en Davis, en Estados Unidos, buscan cómo sacar mayor cantidad de HMOs de la leche humana. También buscan hacerlo de la leche de vaca, para ver si puede fortalecerse para el consumo de adultos.
"Apenas estamos comenzando el camino. De momento no hay un solo producto en el mercado que esté hecho por completo de HMOs que fueran separados de la leche. Es algo que va a requerir de un proceso muy largo", indicó Daniela Barile, coordinadora de dicha investigación a en una entrevista a un medio estadounidense.
Otros estudios buscan generar reacciones químicas o síntesis de proteínas para aislar el HMO y fortalecer la leche y sus derivados, pero se encuentran en etapas más tempranas de investigación.
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