A todos nos ha pasado: cada vez que un virus o una bacteria entra a nuestro cuerpo y nos produce fiebre, inmediatamente se da una sensación de debilidad y cansancio que lleva automáticamente al sueño. Mientras una persona tiene fiebre, puede dormir incluso hasta tres horas completas más de las que duerme en un día promedio.
¿A qué se debe? Científicos de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, dieron con una respuesta que involucra a una sola célula nerviosa, llamada ALA.
Esta célula es la que coordina la respuesta del cuerpo ante cualquier enfermedad. Cuando el cuerpo es atacado, todas las células entran bajo estrés, y entonces la célula ALA libera una sustancia llamada FLP-13, que produce la somnolencia. El propósito es que el cuerpo descanse y las células se recuperen de ese estrés, según señala el documento, publicado en la revista científica eLife .
El estudio. Antes de llevar a cabo estudios en humanos, los científicos vieron primero cómo actuaba esta célula en gusanos a los que se les indujo la fiebre. Posteriormente, se hicieron resonancias magnéticas en seres humanos que ya tenían temperatura alta, para ver qué sucedía en su cuerpo.
¿Cómo actúan las sustancias generadas por la célula ALA? La FLP-13 “apaga” las células que hacen que nos mantengamos despiertos mientras realizamos nuestras actividades cotidianas. Es por esto que el sueño es de los primeros síntomas de la fiebre, sin importar que el paciente haya dormido bien la noche anterior y lleve poco tiempo de haber despertado.
“El sueño es vitalmente importante para ayudar a las personas y a otros animales a recuperarse de una enfermedad”, señaló en un comunicado de prensa David Raizen, uno de los investigadores del estudio.
“Estos resultados aún debemos seguirlos investigando más, pero ya dan una idea del rol que juega la somnolencia y el sueño prolongado mientras tenemos fiebre”, agregó.
Cambios genéticos. No en todas las personas esto sucede igual. Mutaciones (variantes) genéticas hacen que esto opere de forma diferente en algunas personas, quienes no sienten sueño mientras tienen fiebre.
Hay una mutación que impide que las células tengan un receptor de proteína llamado DMSR-1; sin este receptor, la FLP-13 no puede “apagar” las células que nos mantienen despiertos y por consiguiente no nos daría sueño.
El estudio no exploró cuán común es esa mutación en los seres humanos, pero no descartan buscar esos datos a futuro.
De momento, la recomendación es que si usted tiene fiebre, no combata esos impulsos por dormir que tiene y más bien se disponga a largas horas de sueño, pues serán vitales para que las células se recuperen del estrés y se pueda combatir la infección que lo enfermó.