Uno de los mayores misterios en torno al virus del Zika era la forma en la que infectaba la placenta y afectaba la salud del bebé.
Un grupo de científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory, en Estados Unidos, descubrió que las células inmunitarias (defensas) de la placenta están relacionadas con este proceso.
El reporte, publicado en la revista Cell Host & Microbe, señala que las células inmunitarias de la placenta, también llamadas células Hofbauer, tienen un vínculo para llegar a los vasos sanguíneos del feto, y su rol podría ser trascendental en la infección. Sin embargo, aseguran que deben unirse otros factores, aún desconocidos para que el bebé resulte con microcefalia o daños en el desarrollo.
“Extrajimos células Hofbauer de la placenta de un feto que lamentablemente falleció de zika en el vientre de su madre. Lo que suponemos es que el virus busca directamente este tipo de células inmunitarias y su replicación en estas células le permite pasar la barrera de la placenta y llegar al torrente sanguíneo del feto”, explicó en un comunicado de prensa Mehul Suthar, coordinador de la investigación.
Los científicos también examinaron otras placentas de bebés que nacieron con microcefalia u otros defectos neurológicos y cuya madre había tenido zika, para hallar los lugares de acción del virus.
El zika también se halló en células de la barrera media de la placenta (pero no en las partes superficiales ni profundas de dicha barrera).
Los expertos suponen que estas células medias, llamadas citotrofoblastos, podrían ser las que permiten el paso del virus hacia las células inmunitarias y que esta es la “puerta de entrada” que facilitaría la infección del bebé.