El Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR) continúa en sus avances para comenzar la obtención de un posible tratamiento contra covid-19.
Este martes se informó que esta semana el centro de investigación recibió una donación de ¢2 millones que permitirán comprar un nuevo servidor informático. Este dinero fue entregado por la Asociación de Exparlamentarios y Parlamentarios de Costa Rica.
Según la información en la página de Internet de la Universidad de Costa Rica (UCR), esto dará la posibilidad de almacenar los datos del seguimiento clínico que efectuará el ICP-UCR, en conjunto con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), cuando se logre obtener el primer lote de viales de anticuerpos humanos purificados para tratar a los pacientes con covid-19 en estado grave.
Alberto Alape Girón, director del Instituto, comentó que la principal función del servidor será garantizar que se mantenga un respaldo continuo de la información que se genere en relación con el estado de los pacientes en respuesta al tratamiento.
El servidor también será necesario para dar seguimiento a los resultados de las pruebas de laboratorio que se llevarán a cabo tanto en los hospitales, como en el Centro de Investigación en Hematología y Trastornos Afines de la UCR (Cihata-UCR) y el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa).
Esto es importante porque permitirá evaluar la respuesta del paciente cuando el fármaco le sea administrado. Los registros obtenidos permitirán integrar todos los datos sobre la eficacia del medicamento.
Mientras tanto, el ICP-UCR sigue a la espera de las donaciones del plasma de las personas recuperadas de covid-19 para completar los 25 litros y producir el primer lote del medicamento.
Otros avances
La semana anterior el Laboratorio Clínico y Banco de Sangre de la Universidad de Costa Rica (LCBS-UCR) terminó su preparación para el apoyo que dará en esta iniciativa: verificar que la sangre donada no tenga algún virus infeccioso. Entre ellos, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o la presencia de los virus causantes de la hepatitis B y la hepatitis C.
En caso de que se encuentre algún patógeno en la sangre donada, ese material no podrá ser utilizado en la elaboración del fármaco, ya que implicaría un alto riesgo de infección para los pacientes con covid-19 que utilizarían la terapia.
El equipo utilizado permite procesar cerca de 275 muestras en ocho horas, una rapidez clave en esta emergencia. Asimismo, se pueden analizar muestras en cualquier momento y, si son menos de 100, tener los primeros resultados en aproximadamente cuatro horas.
Si la sangre no posee ningún virus infeccioso, esta se convierte en candidata para que su plasma sea enviado al ICP-UCR e iniciar así la purificación de los anticuerpos en la planta farmacéutica.
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