Como dermatólogo, el primer acercamiento que tuvo el médico e investigador estadounidense Douglas Lowy con el virus del papiloma humano (VPH) fue para estudiar las verrugas que la infección con este microorganismo producía en diferentes partes de la piel.
Años después, sus investigaciones con este patógeno lo llevaron por otro camino y, junto con el científico John Schiller, dio el paso a la formulación y desarrollo de la vacuna contra este virus.
“Para ese entonces ya se sabía que había una vinculación entre el VPH y el cáncer de cérvix, era un cáncer que afectaba muchísimo a la población mundial, era necesario hacer algo para frenar la acción del virus”, aseveró el especialista.
Esta vacuna hoy es utilizada en más de 85 países y en Costa Rica se aplicará a partir de mayo próximo como parte del esquema básico de vacunación para niñas de diez años.
Hoy, casi 28 años después del primer resultado que dio pie a la vacuna contra el VPH, Lowy continúa investigando este virus para entenderlo mejor. Durante un tiempo se desempeñó como director del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI, por sus siglas en inglés), donde aún figura como director adjunto, además de ser el jefe del Laboratorio de Oncología Celular del NCI.
Lowy, de 76 años de edad, se encuentra en Costa Rica para brindar charlas y capacitaciones acerca de la acción del VPH, su acción con varios tipos de cáncer y cómo controlarlo. Estas actividades se realizan como preámbulo a la primera campaña de vacunación contra el virus del papiloma que nuestro país realizará.
La Nación conversó con este especialista, quien habló no solo de sus investigaciones, si no del rol que tuvo Costa Rica en ellas. Este es un extracto de lo que dijo.
--¿Cómo fue el paso de estudiar la biología de un virus para evitar verrugas a lograr un impacto en la prevención del cáncer?
Como investigador usualmente tratas de enfocar tu trabajo hacia donde más pueda ayudar a resolver problemas. En este caso, de salud. Entonces no fue difícil cambiar un poco el rumbo. El virus era el mismo, lo que cambió fue el enfoque, sabíamos que teníamos en nuestras manos la posibilidad de ayudar a prevenir un cáncer muy común y mortal.
“Una vez que encontramos el mecanismo fue muy fácil moverse hacia cómo inmunizar”.
--¿Qué recuerda de ese “momento ¡Eureka!", en el que vieron que ya tenían la respuesta de una vacuna contra el papiloma?
No fue solo uno. Hubo varios momentos en los que veíamos grandes logros en el conocimiento de este virus y que nos iban llevando a lo que hoy es la vacuna.
"Recuerdo cuando los muchachos que trabajaban en el laboratorio estaban probando cuánta inmunidad (protección contra el virus) podíamos conseguir, no estábamos seguros de que fueran suficiente. Cuando vimos los resultados fue un momento sumamente emocionante, sabíamos que teníamos buen material para seguir trabajando. Eso fue a finales de 1991.
"Otro momento muy importante fue pocos meses después. En el laboratorio estábamos trabajando en conejos para ver la cantidad de dosis necesaria para conseguir esa inmunidad. Se probaba con diferentes diluciones (grados de concentración del principio activo) para ver cuánto.
"El experimento tuvo que realizarse varias veces, porque todos los resultados arrojaban protección contra el virus. No se veían infecciones ni siquiera con las opciones más diluidas.
"Al final tuvo que diluirse 10.000 veces más de la solución original para ver infecciones. Ya eso nos decía que íbamos por buen camino.
“A principios de 1995 hicimos un ensayo preclílnico muy grande con conejos. Ahí vimos que era muy fuerte la respuesta contra el virus”.
--Y eso les daba seguridad para comenzar ensayos clínicos en seres humanos...
Sí, aunque ya eso fue un trabajo principalmente del laboratorio farmacéutico Merck. Pero sí, fue muy impresionante ver, por ejemplo, que solo hubo 41 infecciones con VPH, y todas fueron en el grupo control (en quienes no recibieron la vacuna si no un placebo) pero todas las mujeres que recibieron la vacuna sí fueron protegidas.
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--¿Cómo funciona esta vacuna?
Es importante que las personas entiendan que esta vacuna no tiene el virus, ni siquiera los genes que lo componen.
“Este producto se hizo con ingeniería genética y lo que contiene es solamente una proteína de la capa exterior del papiloma. Esa proteína, hasta donde sabemos, por todo lo que hemos investigado en todos estos años y lo visto en todas las mujeres que se han aplicado la vacuna, no tiene efectos adversos”.
--En todos estos años de investigación, ¿cuánto ha cambiado el conocimiento que tenemos del virus del papiloma?
Esa es una muy buena pregunta, es un virus relativamente nuevo para la ciencia (la secuencia genética del primer tipo del virus se concluyó en 1982 y un año después se vinculó con el cáncer de cérvix) pero es impresionante todo lo que ahora sabemos del virus.
"Y en esto, no es exageración decir que gracias al trabajo hecho en Costa Rica ahora entendemos mejor el virus y su vinculación con diferentes tipos de cáncer.
"El NCI y Costa Rica llevan años de una muy buena colaboración para entender bien el virus, ver cómo funciona en el cuerpo, cómo se relaciona con los diferentes tipos de cáncer y comprobar que la vacuna funciona y es eficaz y segura.
"Vinimos a Costa Rica por tres razones principales. La primera es que era un país en donde el cáncer de cérvix tenía un impacto alto en cuanto a incidencia y mortalidad. La segunda es porque este país tiene un sistema de salud pública y una infraestructura de servicios de salud muy fuerte y en el que nos podíamos apoyar.
“La tercera razón es que los investigadores, científicos y personal clínico de Costa Rica es de muy alto nivel. En estos años hemos escrito en conjunto muchas publicaciones científicas. Tenemos una gran colaboración”.
--De todos los descubrimientos con el virus ¿cuál es el que más lo ha impactado?
El que esté relacionado con tantos tipos de tumores, cuando se hablaba primero de cáncer cervical estábamos lejos de imaginar que algunos tipos del virus se relacionaran con otros tipos de cáncer, como vulva, pene, ano, orofaringe. Y la vacuna nos ayuda a prevenirlos también.
“Por ejemplo, en Estados Unidos en este momento, el cáncer de orofaringe (cáncer oral) es uno de los de mayor crecimiento. Aunque el cáncer de cérvix es el más importante y de mayor impacto, también la vacuna nos ayuda contra este cáncer de crecimiento tan alto”.
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--Esta vacuna, sin embargo, es foco de cuestionamientos por parte de personas que dicen que no es segura y que puede resultar perjudicial. ¿Qué opina al respecto?
Las personas pueden tener la tranquilidad de que esta vacuna que le estarán aplicando a las niñas costarricenses es segura y eficaz. Pasó por múltiples pruebas antes de ser aprobada, desde el 2006 la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos, organismo regulador estadounidense) la aprobó, ese mismo año la aprobó la Agencia Europea de Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés). La Organización Mundial de la Salud la recomienda.
"Desde su aprobación se sigue probando y no hay preocupaciones por su seguridad. Los efectos secundarios más comunes son los mismos que produce cualquier otra vacuna: enrojecimiento y dolor en el sitio de la inyección, fiebre y dolor de cabeza.
“Se demostró que los casos de efectos más graves se debieron más a una coincidencia en el tiempo a que realmente fueran causadas por la vacuna”.
--¿Qué debe saber toda persona que se aplique esta vacuna?
Tres cosas: la primera es que es segura, y que lo ideal es aplicarla cuando niñas, para estén protegidas desde el inicio, antes de haber comenzado su vida sexual.
"La segunda es que esto la protege de la vasta mayoría de los tipos de VPH que causan cáncer, pero no de todos. Por eso, la vacuna no la exime de la citología (o papanicolau), puede espaciarla, pero no eliminarla. Siga revisándose.
“Y la tercera es que la vacuna es excelente para prevenir, pero no sirve para tratar infecciones ya existentes. Si un virus ya la infectó o le hizo una lesión, la vacuna la protegerá de los otros tipos de virus, pero no tratará la infección que ya usted tiene. Y eso lo supimos gracias a las investigaciones en Costa Rica. Por eso debemos aplicar la vacuna antes de que se pueda producir una infección”.
--¿Qué hay de otras poblaciones, mujeres mayores y niños varones?
Estados Unidos recomienda la vacuna inclusive en mujeres de 45 años, pero entre más tiempo lleve una persona sexualmente activa, menor será la eficacia, porque la mujer entre más años de vida sexual lleve llevará más tiempo expuesta al virus y tal vez ya desarrolló una infección.
"En cuanto a los hombres, sí es bueno que se la pongan de niños. No solo para evitar que ellos infecten a las niñas, también para evitar otros tipos de cáncer en ellos y verrugas, que, aunque son menos frecuentes y graves, también afectan. La ventaja de vacunar a las niñas es que ellas mismas tendrán ya un efecto rebaño y protegerán a los no vacunados.
“Sin embargo, no podemos descartar a la población de hombres que tienen sexo con hombres y que posiblemente no sean alcanzados por esta protección de rebaño al vacunar a las niñas. Si se vacuna a los hombres también vamos a tener esta protección”.
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--Finalmente, ¿qué sigue en los estudios sobre el VPH?
Sigue entenderlo aún mejor. Ver por qué algunos tipos de VPH no causan cáncer y otros sí, los que no causan se parece mucho entre ellos, ¿qué lleva a algunos al desarrollo del cáncer y a otros no?
"Esto no es determinante para la vacuna que ya cubre los tipos más cancerígenos, pero sí para nuestra comprensión del virus.
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“Pero sí, todavía el virus como tal nos llama a seguirlo conociendo y descubriendo”.