Es una hormona de la placenta que normalmente segregan las mujeres embarazadas en la orina. Sus usos médicos para tratar problemas de fertilidad y males en los órganos sexuales son apoyados por senda evidencia científica.
Pero desde hace tres años, la hormona de la placenta gonadotrofina coriónica (HCG) también se utiliza en Costa Rica para bajar de peso o tratar la obesidad.
Este último uso no tiene respaldo científico. Su administración –según han denunciado autoridades internacionales de salud– más bien podría causar problemas que van desde estreñimiento hasta insuficiencia cardíaca, cálculos biliares y desbalance de electrolitos en el cuerpo.
Este tratamiento consiste en inyectar o ingerir la hormona por un plazo que dura entre 23 días y un mes y se combina con una dieta de entre 800 y 1.200 calorías (dieta estricta, pues la recomendación nutricional diaria para un adulto es de 2.000 calorías como mínimo).
El Colegio de Médicos investiga dos consultorios que utilizan este producto sin su consentimiento.
Uno de ellos anuncia el tratamiento en su página de Internet y el otro se descubrió gracias a una conversación en donde una mujer admitió llevar esta terapia.
“No hay estudios científicos que aseguren de forma fidedigna que esto sirva para perder peso. No es para eso. Animamos a la gente a denunciar. Estos casos están siendo sometidos a un debido proceso para luego ver qué sanciones se aplican”, comentó Marino Ramírez, presidente del Colegio.
Respuesta. Camilo Comba, uno de los médicos que utiliza este procedimiento para bajar de peso, asegura que sí es eficaz.
“El medicamento tiene registro sanitario ante el Ministerio de Salud”, explicó.
“El Colegio reclama porque dice que en la etiqueta no viene indicado que puede usarse para tratar la obesidad, pero hay muchos otros medicamentos que se usan para cosas que no vienen escritas en su etiqueta”, explicó.
Para Comba “esto no es medicina estética. La obesidad no es un problema estético, es un problema de salud. He tratado ya más de 600 pacientes y todos dan fe de los buenos resultados, los he visto perder de seis a diez kilos. Los efectos adversos más graves que he visto son de personas con estreñimiento”.
Advertencias anteriores. Esta no es la primera vez que las autoridades de salud advierten sobre el uso de esta hormona para adelgazar.
Desde abril de 2011 , el Ministerio de Salud alertó sobre los posibles daños de esta hormona si se utilizaba como método para adelgazar.
“No existen vacunas o inyecciones contra la obesidad. El producto que este doctor aplica claramente dice que no puede utilizarse para tratar obesidad o sobrepeso. Ya en México y Colombia lo prohibieron por esto mismo”, aseguró en ese entonces María Luisa Ávila, quien fuera ministra de Salud.
En diciembre de ese mismo año, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) advirtió que la mezcla de esta hormona con la dieta baja en calorías, podría dañar el corazón.
“No hay evidencia suficiente de que la HCG ayude a la pérdida de peso. Si se consume con una dieta muy baja en calorías, se podría aumentar el riesgo de arritmias cardíacas, desbalance de electrolitos (minerales en la sangre) y problemas digestivos”, cita la alerta.
Los especialistas señalan que los estudios para determinar si es eficaz y seguro el uso de HCG para tratar y controlar la obesidad están en fase experimental y aún debe esperarse años para tener una respuesta.
Mientras tanto, el Colegio de Médicos pide a la población denunciar este tipo de prácticas que podrían perjudicar la salud en lugar de dar los beneficios que ofrecen.