EscucharSantiago, Chile. El Mercurio/GDA. Los huevos y los mariscos pueden ser parte de una dieta saludable. Esto se deduce de la versión 2015 de la Guía alimentaria para los estadounidenses, la cual no establece un límite máximo de consumo de colesterol.
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Para evitar que el huevo tenga grasa, este puede cocinarse en el microondas. (Archivo)
Lo anterior es así porque “la evidencia muestra que no hay una relación apreciable entre el consumo del colesterol de la dieta y el nivel de colesterol en la sangre”, explica un comunicado del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Por esta razón, otros alimentos, como los mariscos –algunos de los cuales son ricos en colesterol– se pueden comer con tranquilidad. Los expertos sí hacen la salvedad de que ciertos productos, tales como la mantequilla o los lácteos enteros, deben seguir consumiéndose con mesura, porque contienen grasas saturadas y son estas las que deben restringirse en la dieta, por su riesgo para la salud cardiovascular.
Esta nueva visión fue recomendada por 14 especialistas en nutrición, medicina y salud pública. Ellos redactaron un informe, que se encuentra publicado en línea en el sitio health.gov y que plantea que “el colesterol no es un nutriente cuyo sobreconsumo sea una preocupación”.
Se ha abierto un periodo para recibir sugerencias, al cabo del cual se debatirán las conclusiones en un encuentro público en Bethesda, Maryland, el próximo martes 24 de marzo.
Nutrientes beneficiosos. “Existe una polémica, sobre todo en lo que respecta al consumo de huevos, ya que estos poseen niveles muy altos de colesterol.
”Sin embargo, también están llenos de nutrientes beneficiosos”, dijo Suzanne Steinbaum, cardióloga del Hospital Lenox Hill, de Nueva York.
“El comité claramente está intentando disipar la idea de que el colesterol importa”, agrega.
La directora de la clínica de nutrición del Centro Médico Beth Israel, en Nueva York, Rebecca Solomon, se mostró feliz con estas conclusiones.
“Hemos sabido desde hace años que los niveles de colesterol tienen mucho que ver con la genética de la persona y su consumo de grasas saturadas, y no con la ingesta de huevos o mariscos”.
