Salud

¿Por qué es urgente conseguir nuevos antibióticos? ¿Cómo marcha esa carrera científica?

Nuevos productos son vitales contra ‘superbacterias’ que se vuelven resistentes a los antibióticos ya existentes e infecciones persisten

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El mundo requiere nuevos antibióticos que acaben con la acción de bacterias en el cuerpo humano y ayuden en el tratamiento de enfermedades.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) difundió el 14 de junio un informe del desarrollo de nuevos antibióticos y fármacos que actúen contra bacterias.

Una de sus conclusiones es que aunque el número de agentes antibacterianos en investigación clínica aumentó de 80 en el 2021 a 97 a finales del 2023, existe una necesidad presurosa de agentes innovadores para tratar las infecciones serias y reemplazar a los que se están volviendo ineficaces.

Esto aumentaría el riesgo de aparición de superbacterias que sean más fuertes que los tratamientos médicos, lo que se conoce como la “pandemia silenciosa”.

En el 2018, se estimaba que la resistencia a los antibióticos sería culpable de 10 millones de muertes en el 2050. La OMS dice hoy que ese número se queda corto, pero no se atreve a dar nuevas cifras.

“La resistencia antimicrobiana está empeorando y no estamos produciendo fármacos lo suficientemente rápido para combatir a las bacterias más peligrosas y mortales.

“La innovación todavía tiene carencias, aun cuando nuevos productos se han autorizado, el acceso es un desafío serio. Los agentes antibacteriales no están llegando a los pacientes que los necesitan desesperadamente”, afirmó Yukiko Nakatani, asistente de la Dirección General de la OMS para resistencia antimicrobiana.

Ciencia, laboratorio, científicos
Los antibióticos son necesarios para combatir las diferentes infecciones causadas por bacterias. Sin embargo, por su propia evolución y malas prácticas a la hora de recetarlos y tomarlos, estas se han vuelto cada vez más resistentes a las opciones actuales. (Shutterstock)

La OMS expuso que desde el 1. ° de julio del 2017, 13 fármacos contra bacterias recibieron autorización para comercializarse, pero solo dos representan una nueva clase química y pueden considerarse innovadores.

Esto pone de manifiesto el reto científico y técnico para descubrir nuevos agentes que sean a la vez efectivos contra las bacterias y seguros para los seres humanos.

Además, se han autorizado tres agentes no tradicionales para tratar infecciones bacterianas. Todos son productos basados en materia fecal que buscan restaurar la microbiota para prevenir infecciones por la bacteria Clostridioides difficile luego de un tratamiento con antibióticos en adultos.

Una de las preocupaciones principales es que ninguno de los nuevos medicamentos aprobados está enfocado a niños, con lo cual se abre otra brecha para el acceso a soluciones en esta población.

De los antibióticos que están en desarrollo, solo 32 se dirigen a la lista de patógenos biológicos prioritarios (BPPL, por sus siglas en inglés).

De ellos, solo 12 pueden considerarse innovadores, y de estos 12 solo cuatro son eficaces contra al menos uno de los patógenos críticos (los que están al tope de la BBPL).

De las opciones en estudio (tanto BPPL como no) solo 21 serían medicamentos orales. Esta presentación tiene la ventaja de que facilita que las personas tomen el tratamiento y lo cumplan hasta el final.

A los problemas se suma que solo seis de ellos se dirigen a niños, lo cual al menos es un avance de lo ya aprobado.

Sin embargo, la OMS sí da esperanza en que hay en desarrollo agentes biológicos no tradicionales, como bacteriófagos, anticuerpos, agentes moduladores de la microbiota y agentes moduladores del sistema inmune. Estas ideas se investigan como complementarias e incluso alternativas a los antibióticos.

Sin embargo, estudiar y regular estos agentes no tradicionales no es sencillo, y es más difícil desarrollar protocolos de ensayos clínicos, y determinar dónde y cómo usarlos clínicamente.

La resistencia no es igual para todas las bacterias que enferman al ser humano. Estos son los distintos niveles.

Resistencia. El tratamiento de primera línea (primera opción) no funciona y se buscan otras opciones.

Multirresistencia. La resistencia es con respecto al medicamento de primera línea y al menos uno más.

Resistencia extrema. Solo hay una o dos opciones disponibles para tratamiento.

Panresistencia. Resistente a todos los antibióticos, no hay fármaco disponible.

El Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), órgano encargado de supervisar la resistencia a través del Centro Nacional de Referencia de Bacteriología (CNRB), confirmó en el 2023 que nunca se habían dado casos de panresistencia en el país, y que los de resistencia extrema son muy pocos.

Aunque el problema es muy complejo, hay pasos que todas las personas pueden realizar para aminorar la cantidad de bacterias resistentes:

Irene Rodríguez

Irene Rodríguez

Periodista de Ciencia y Salud. Trabaja en La Nación desde 2009 y en periodismo desde 2004. Graduada de Comunicación Colectiva en la Universidad de Costa Rica, donde egresó de la maestría en Salud Pública. Premio Nacional de Periodismo Científico 2013-2014. Premio Health Systems Global 2018. Becada del Fondo Global de Periodismo en Salud 2021.

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