En los últimos días, el país ha estado en alerta sanitaria por la muerte, entre junio y julio, de tres personas víctimas de complicaciones de la rickettsiosis, una enfermedad causada por una bacteria que se transmite a través de garrapatas o pulgas.
Una de las fuentes posibles de contagio es que alguna pulga o garrapata ya infectada con alguna bacteria del género Rickettsia haya parasitado a una mascota. ¿Cómo evitar el contagio en un perro o gato para así prevenir que enferme y pueda contagiar a la familia? Especialistas en veterinaria, microbiología y parasitología dan sus consejos.
No obstante, antes de continuar es necesario hacer una salvedad. Aunque la transmisión de la enfermedad sí es posible a través de parásitos en los animales domésticos, esta no es la única forma, los insectos portadores de la bacteria también se encuentran en el ambiente y pueden afectar directamente al ser humano.
De hecho, dos de las tres personas fallecidas reportaron haber estado en sectores montañosos de Aserrí y Cartago, sitios donde se ha reportado la presencia de Rickettsias.
Otra salvedad necesaria es que no todas las pulgas o garrapatas que puedan estar en los animales transmiten enfermedades. Se requiere que sean portadoras de la bacteria. Incluso, en medio de las decenas de especies del género Rickettsia no todas causan enfermedad ni a los animales ni a los seres humanos.
Además, la rickettsiosis no es una enfermedad nueva, nos ha acompañado durante al menos 70 años. Sin embargo, los casos son muy raros: entre enero del 2016 y julio del 2023 se han dado 19 casos, y los años con más pacientes, se registraron cuatro. Los únicos fallecimientos en este período fueron los tres de este año.
La alerta sí es necesaria para saber de la existencia de la enfermedad y advertir de posibles síntomas, pero esto no quiere decir que ahora haya vuelto más contagiosa o que pueda transmitirse de persona a persona.
Dicho esto, sí es necesario tener un buen control de la salud y bienestar de los animales, para así minimizar el riesgo de estas y otras enfermedades. Estas medidas son válidas para perros, gatos, caballos o cualquier animal doméstico con un pelaje que favorezca que garrapatas o pulgas puedan adherirse.
“No se puede tener certeza de si nuestras mascotas portan la rickettsiosis y esto nos pone en un riesgo mayor. De ahí la necesidad de mantener siempre libres de pulgas y garrapatas a nuestros animales”, comentó Adrián Avendaño, vocero del Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos.
Control veterinario
Una de las recomendaciones que dan tanto especialistas de la Universidad de Costa Rica (UCR), como del Colegio de Médicos Veterinarios y del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), es el control regular veterinario: tener las vacunas y desparasitantes al día hará que sea menor el riesgo de que estos y las personas que viven a su alrededor se infecten con cualquier enfermedad.
“La normativa actual en materia de tenencia responsable, indica que los propietarios o encargados son responsables de mantener actualizados los protocolos de medicina preventiva. Esto incluye la vacunación y el control parasitario tanto interno como externo”, detalló el Senasa mediante un comunicado de prensa.
“Es recomendable consultar al médico veterinario de su confianza para recibir información sobre los diferentes productos antipulgas y garrapaticidas disponibles en el mercado. Es importante aplicarlos siguiendo las indicaciones del veterinario, evitando el uso de productos no autorizados para perros y gatos”, se añadió en la comunicación.
Dentro de este control también es importante vigilar el entorno donde habitan las mascotas, que haya higiene en los espacios que utilizan. Esto incluye no solo la cama, cobija y juguetes del perro o gato, también la limpieza y desinfección regular del hogar.
Revisiones a pelaje y piel
Las visitas al veterinario, aunque sean periódicas y constantes, no son el único filtro. Constantemente debe vigilarse si los animales de compañía tienen garrapatas u otros insectos adheridos a su piel o pelaje.
“Realice exámenes periódicos a las mascotas en busca de garrapatas o signos de picaduras. Preste especial atención en áreas como los ojos, dentro y alrededor de sus orejas, debajo de la cola, ingle, vientre, en sus patas (entre sus almohadillas y dedos), axilas y cuello. Estos son los lugares donde los parásitos suelen alojarse”, precisó el Senasa.
Estas medidas deben aumentarse si usted sale a caminar o a hacer ejercicio con su perro a zonas montañosas o boscosas. En estos lugares, la presencia de garrapatas puede ser mayor y estas podrían adherirse al pelaje de su animal de compañía. Si el parásito no se detecta a tiempo, su mascota podría ser picada y adquirir una infección.
Lo ideal es hacer una revisión minuciosa cada vez que se regresa de uno de estos paseos.
Monitoreo de síntomas
Los perros y gatos también enferman con rickettsiosis. Si observa que tiene fiebre, falta de apetito o un estado decaído, llévelo con el veterinario.
Incluso, si usted tiene la sospecha de que fue picado por uno de estos insectos, llévelo antes de que desarrolle síntomas para así confirmar o descartar; esto podría ahorrar tiempo y comenzar el tratamiento necesario de forma temprana.