Todos recordamos un dolor de muelas. Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) el dolor de muelas es uno de los 21 dolores más fuertes que el ser humano puede experimentar, lo cual hace casi imposible olvidarlo.
“Hay mujeres que incluso dicen que un dolor de muelas es peor que un dolor de parto, dicen que prefieren volver a dar a luz antes de tener un dolor de muela“, comentó la odontóloga Silvia Rojas Morúa.
En Siéntase Pura Vida, vamos a abordar el tema con ayuda de la especialista y con base en información de la Asociación Estadounidense del Dolor y la Asociación Norteamericana de Odontología.
Uno de los aspectos más importantes, es que aunque nadie debe aguantar dolor, la automedicación no es buena consejera y podría llegar a ocultarnos un problema mayor, por lo que las visitas al dentista evitarán mayores complicaciones.
Otra razón para no automedicarse es que, en algunas ocasiones, esto no aliviará la situación o no solucionará el problema, por lo que semanas después el dolor podría volver a sentirse, pero aún mayor.
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor clasifica los tipos de dolor de dientes en función de si el dolor se presenta de manera:
- Aguda: normalmente es intenso, se presenta de golpe y es de corta duración.
- Crónico: dura más de seis meses, aparece gradualmente y persiste con el tiempo.
Se suma otro factor: puede tratarse de un dolor que irradie, es decir, que se refleje en otras partes del cuerpo, como los oídos, la cara o la cabeza. Pero, a su vez, un dolor de oído podría irradiarse en las muelas o encías.
¿Por qué duele tanto? Rojas expuso que hay varios factores que se unen. Por un lado, los dientes son tejidos duros que no se inflaman; cuando hay dolor, nuestros tejidos normalmente se inflaman y eso ayuda a disiparlo, pero como el diente no puede inflamarse, la presión es más localizada y afecta nervios adyacentes a la parte de la cara.
“Además, todo en la cara está conectado. Los dientes están conectados y la parte nerviosa se conecta a nivel oral y craneal”, explicó la odontóloga.
Buscar la causa
Para Rojas, primero debemos tener claro que la gran mayoría de los dolores de muelas son causados por caries que no se han tratado a tiempo, se han descuidado y han invadido el nervio. La caries es una enfermedad bacteriana que se da por acumulaciones de comida, en combinación con ácidos que se van formando en la boca y a esto se le añade mala higiene, conforme pasa el tiempo esto puede formar una caries. Las caries no aparecen de pronto, tienen meses de evolución.
Sin embargo, esta no es la única causa. Hay otras menos frecuentes, pero que igual podrían desembocar en un dolor que se vuelva insoportable para muchas personas.
Uno de estos puede darse cuando las llamadas muelas del juicio o cordales, esas que se ubican a los extremos, comienzan a salir y no todas tienen espacio para crecer. Esto puede provocar un dolor muy intenso.
Otras causas, de otro tipo, pueden ser dadas por el bruxismo o rechinar o “apretar” los dientes. Esta práctica que en la gran mayoría del tiempo se hace de forma inconsciente, supone un gran estrés para la boca y va generando dolor.
Otros dolores pueden deberse a traumas o golpes que afectaron las muelas o encías. Esto puede provocar dolor y sensibilidad dental. Lo mismo puede suceder si hay fracturas o microfracturas en las muelas.
En estados avanzados de enfermedades de encías o periodontales también habrá dolor, especialmente cuando se está masticando.
También puede haber dolores en otros dientes, que se sienten principalmente a la hora de masticar.
Prevención
Como la causa más común del dolor de muela son las caries, Rojas afirmó que una visita al odontólogo cada seis meses permitirá detectar una caries cuando comienza su formación y esto no causará dolores a la persona. Para la profesional, cuando esta caries es apenas “un puntito” la persona no se percatará y tendrá eliminada la caries para el momento en el que el dolor hubiera comenzado, en cambio hay quienes llegan a los consultorios con un dolor que ya les impide realizar lo más básico.
“Llegan pidiendo que por favor les arranquen la muela, porque sienten que los analgésicos no son suficientes, pero si yo voy quitando dientes se pone más presión y sobrecarga de trabajo en los otros dientes y eso aumentaría las probabilidades de más dolor”, dijo Rojas.
En muchos casos, ocurre porque la persona deja de ir al odontólogo y la caries crece y se expande hasta llegar a tocar el nervio, esto produce mayor dolor.
La profesional expuso que las caries más complicadas y que pueden ser más dolorosas son las que están entre diente y diente. Estas tienen la desventaja de que se ubican en zonas donde el cepillo dental no llega, pero las bacterias sí. Por ello, solo el uso riguroso del hilo dental al menos una vez al día y las visitas al odontólogo pueden combatirlas.
¿Y el enjuague bucal? Rojas aseguró que este es necesario cuando un profesional lo recete por una condición puntual. Por lo demás, puede ser un complemento para refrescar, pero utilizar el enjuague sin un buen cepillado de dientes y el uso de hilo dental es equivalente a ponerse perfume sin bañarse y pretender estar completamente limpios.
“La acción mecánica de eliminar bacterias, solo se logra con el hilo y el cepillado. Se usa primero el hilo dental, luego el cepillado y ya después, si queremos el enjuague”, puntualizó.
Lo ideal sería utilizar el hilo dental después de cada comida, cada vez que nos lavamos los dientes, pero Rojas es consciente de que no siempre se puede, por lo que dice que debemos procurar hacerlo por lo menos una vez al día.
Si solo se usará el hilo dental una vez al día, esta debe ser en la noche. Rojas explicó que esto se debe a que las personas pasan mucho tiempo sin hablar, sin masticar, sin tragar y cualquier residuo de alimento o bacteria que quede en la boca va a estar ahí toda la noche. Esto “motivará” a las bacterias a crecer y se generarán ácidos que poco a poco pueden comenzar a formar una caries o a empeorar las que ya están.
Por esta razón no debemos esperar a tener sueño para lavarnos los dientes y usar el hilo dental, porque el cansancio puede hacer que no hagamos estos procesos a conciencia, por lo mismo, cuanto más esperemos al terminar de comer, mejor.
¿Cuándo ir con el odontólogo?
Rojas fue enfática en que lo ideal es no esperar a ir al odontólogo cuando nos duele; si se hace de forma preventiva cada seis meses, el riesgo de dolor será menor. Sin embargo, la Asociación Norteamericana de Odontología sí da pautas de cuando es necesario ir al odontólogo en medio de este tiempo para evitar empeorar el dolor.
- Si el dolor tiene más de dos días.
- Si también le duele el oído.
- Si tiene fiebre.
- Si hay mal aliento sin explicación.
Mientras llega el momento de su cita, el clavo de olor es un remedio casero que puede aliviar su situación.
Nadie tiene por qué aguantar dolor, por eso, en caso de sentirse así busque a un profesional lo más pronto posible.
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