Las piedras en los riñones o cálculos renales muy raramente son letales, pero sí pueden ser sumamente dolorosas y con esto restar calidad de vida. Este padecimiento, también llamado litiasis renal, se ve aproximadamente en el 6% de las mujeres y en el 11% de los hombres a nivel mundial y hay quienes lo describen en una escala de dolor similar a la de un parto.
Esta edición de Siéntase Pura Vida está destinada a hablar de cómo cuidar los riñones para evitar la formación de piedras, cómo saber si se tienen, qué hacer para tratarlas y en qué momentos es necesario acudir al médico.
Los cálculos en los riñones son conocidos popularmente como piedras en los riñones porque son trozos de minerales que solidifican y forman contexturas similares a las de pequeñas piedras. Estas se dan cuando hay altos niveles de algunos minerales en la orina.
Los síntomas y el tratamiento varían según el tamaño, forma y consistencia del cálculo. Por ejemplo, las más pequeñas podrían pasar por la orina sin que la persona lo note, pero conforme acumulan más material y se hacen más grandes los problemas pueden aflorar.
“Al menos en nuestro caso, en el servicio de Urgencias este es el principal motivo de consulta de carácter urológico”, señaló la médica general Mónica Solís Chan, quien trabaja en el Hospital Metropolitano.
“Cuando ya nos provoca fiebre es cuando no podemos retrasar la visita al médico, porque podrían presentarse mayores complicaciones, como pielonefritis (una infección urinaria que afecta a los riñones) y ahí el tratamiento sí es más complejo”, añadió.
Detectar una piedra en el riñón
¿Cómo puede alguien sospechar si tiene un cálculo renal? Solís indicó que en muchas ocasiones el primer síntoma es un dolor abdominal similar a un cólico. En algunos casos viene acompañado de náuseas y vómito, por lo mismo es normal confundirlo con un mal gastrointestinal en sus primeras etapas.
Sin embargo, el asunto cambia con síntomas característicos en la litiasis renal: el ardor al orinar u orinar más frecuentemente de lo usual.
“Muchos lo notan porque no están acostumbrados a ir al baño en la noche o madrugada y comienzan a levantarse para eso”, remarcó la doctora.
Algunos pacientes también pueden ver su orina más oscura, producto de pequeñas cantidades de sangre. Otros tendrán dolores en la parte baja de la espalda.
En etapas posteriores hay personas que pueden experimentar fiebre y escalofríos.
Los doctores diagnostican las piedras en los riñones a través de análisis de orina, de sangre y, de ser necesario, de ultrasonidos.
Diferentes tipos de piedras renales
De acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos (NIDDK, por sus siglas en inglés), las piedras más comunes son las de calcio. Normalmente, si hay exceso de calcio en huesos y músculos este va a los riñones y se elimina en la orina. Cuando esto no sucede, el calcio permanece en los riñones, donde se une con otros productos de desecho y van formando el cálculo.
Otro tipo son las piedras de ácido úrico. Pueden formarse cuando la orina contiene demasiado ácido. Esto se da en algunas personas que consumen grandes cantidades de mariscos, embutidos o carnes rojas, pero no se ve en todos los individuos con este comportamiento.
Además, están las piedras de estruvita, que se forman en algunos casos después de tener una infección urinaria. Pueden presentarse en forma repentina y agrandarse rápidamente.
Finalmente, están las piedras de cistina, que resultan de un trastorno hereditario llamado cistinuria. La cistinuria hace que el aminoácido cistina se filtre de los riñones a la orina.
Factores de riesgo
No todas las personas tienen la misma probabilidad de tener piedras en los riñones. Solís indicó estos factores de riesgo:
- Ser hombre: los hombres tienen de dos a tres veces más probabilidades de tener esta condición que las mujeres.
- Tener entre 40 y 60 años.
- Quien ya padeció piedras renales.
- Tener síndrome metabólico: sobrepeso, triglicéridos y azúcar alto, hipertensión y altos niveles de grasa visceral.
- Tener obesidad.
- Tener bajo consumo de agua.
- Quienes consumen mayores cantidades de sal.
- Quienes ingieren mayor cantidad de embutidos o calcio.
- Si hay trasfondo hereditario de litiasis renal.
- Algunos medicamentos pueden predisponer a formación de cálculos renales.
¿Cómo prevenir piedras en los riñones?
Estos son los consejos que da el NIDDK.
- Hidrátese bien. No espere a tener sed. El agua es el mejor líquido que puede tomar, pero si no le gusta, pruebe con bebidas de frutas hechas en casa, de preferencia, no les agregue azúcar o agregue solo un poco.
- Hágase un chequeo médico al menos una vez al año que incluya un examen de orina.
- No aguante las ganas de ir al baño. Trate de orinar cada dos o tres horas como máximo.
- Realice actividad física.
- No se exceda en el consumo de sal y de comidas procesadas.
Tratamiento
El tratamiento dependerá del tamaño de las piedras. El primer paso consiste en aliviar el dolor y para ello comúnmente se recetarán analgésicos.
Posteriormente se harán análisis para determinar la localización y tamaño de las piedras. Una vez que se defina, se verá la forma de tratarlas.
Una de las formas, explicó Solís, consiste en terapias con ondas que “rompen” las piedras en otras más pequeñas. Para ello es necesario una consulta con un especialista en Urología.
Siéntase Pura Vida y sepa cómo reconocer las piedras en los riñones.
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