Dentro de todos los padecimientos leves que podemos tener en nuestros ojos, la conjuntivitis probablemente ocupe uno de los primeros lugares en incomodidad y dificultad para realizar las labores de la vida cotidiana.
El enrojecimiento, hinchazón, irritación y picazón en uno o ambos ojos, y esa sensación de cómo si tuviéramos arena metida debajo del párpado son síntomas que difícilmente pueden pasar desapercibidos.
Y no pueden dejarse de mencionar las lagañas, o ese recuerdo que seguramente tenemos de tratar de despertar una mañana y descubrir que no podemos abrir los ojos porque sentimos nuestros párpados pegados.
Por eso, este martes en Siéntase Pura Vida hablaremos de qué es la conjuntivitis, sus diferentes causas, cómo prevenirla y qué hacer si ya tenemos esta molesta compañera, para que se vaya lo más pronto posible.
Para ello se revisaron guías internacionales y se tomaron las recomendaciones del oftalmólogo Roger Iván Acevedo Castellón, quien anteriormente nos había guiado con un Siéntase Pura Vida dedicado a los orzuelos. También recurrimos a la oftalmóloga Wen Chu.
Una molestia con más de una causa
Para comenzar a entender qué significa conjuntivitis, descompongamos la palabra en dos partes. Comencemos por la segunda parte de la palabra: el sufijo “itis”, que significa inflamación. Cada vez que veamos que una enfermedad termina en “itis” significa que algún órgano o tejido del cuerpo está inflamado.
¿Qué se inflama? En el caso de la conjuntivitis, una membrana muy delgada y transparente que se encuentra entre el párpado y el glóbulo ocular.
“Es una enfermedad común del ojo que afecta tanto a adultos como a niños, aunque es más frecuente en los menores debido al estrecho contacto que mantienen con otros niños en las escuelas infantiles y guarderías, lo que facilita el contagio entre ellos”, manifestó la oftalmóloga Wen Chu.
Aunque es una enfermedad común, son muchas las posibles causas. Por lo mismo, la automedicación no es buena consejera, porque el tratamiento puede depender de la razón que provoca los síntomas. No es lo mismo si es ocasionada por un virus, una bacteria o una reacción alérgica o una respuesta a la exposición a un químico.
La especialista mencionó estos casos:
Conjuntivitis viral o vírica. Se produce cuando un virus, que puede ser de diferentes tipos, infecta el ojo. Muchos de estos casos están asociados a infecciones de las vías respiratorias superiores o resfriados comunes y el punto de partida, más bien, es sentirnos resfriados o engripados.
Por lo general, la infección comienza en un ojo y puede pasar al otro en los días siguientes. Se propaga fácil y rápidamente entre las personas, aunque suele ser leve y desaparece entre los 7 y los 14 días, sin causar efectos a largo plazo.
Conjuntivitis bacteriana. Causada por la infección del ojo con bacterias, como el estafilococo o el estreptococo. Es más infrecuente que los cuadros víricos. Puede contagiarse con facilidad y afectar a ambos ojos y también suele ser de carácter leve y curarse en pocos días o semanas.
Acevedo expresó que estos dos tipos son contagiosos de persona a persona, pero la viral es más propensa a crear brotes que la bacteriana. Esto es así porque las partículas virales pueden subsistir en superficies como almohadas, ropa de cama, toallas, paños e implementos del baño.
Conjuntivitis alérgica. Es un tipo de conjuntivitis no contagiosa y que se ve más en personas alérgicas o asmáticas, especialmente en quienes tienen rinitis. Se da cuando un alergeno (que puede ser el pelo de una mascota, ácaros, maquillaje o polvo) entra en contacto con la membrana conjuntiva y la inflama.
Conjuntivitis química. Esta tampoco es contagiosa. Se da cuando una sustancia química o un cuerpo extraño entra en contacto con el ojo e irrita o infecta la conjuntiva como, por ejemplo, el cloro de la piscina, el aire acondicionado o la contaminación ambiental causada por humos, gases o vapores de sustancias químicas. También el uso de lentes de contacto puede causarla, sobre todo si se duerme con ellos o no se limpian adecuadamente.
Prevención
Este molesto padecimiento sí tiene formas de prevenirse o de aminorar su riesgo. Estos son algunos de los consejos de los especialistas.
- No reutilizar pañuelos o toallas cuando se limpie la cara y los ojos.
- No tocarse los ojos con las manos.
- Limpieza frecuente de las manos.
- Usar una toalla o paño limpio cada día.
- En caso de padecer conjuntivitis usar una toallita para el ojo sano y otra para el ojo infectado para evitar que se infecte el otro ojo.
- Cambiar a menudo la funda de la almohada de dormir.
- No utilizar productos cosméticos viejos ni caducados y no compartirlos con otras personas.
- Si ha padecido o padece conjuntivitis , tirar los cosméticos para ojos que haya usado.
- Realizar la limpieza correcta de sus lentes de contacto.
¿Y si ya tengo conjuntivitis?
Son varios los consejos que puede seguir para aliviarse pronto y no infectar a alguien más.
Lavarse las manos a menudo con agua tibia y jabón. O, en su defecto, con un limpiador para manos que contenga al menos un 60% de alcohol. Esto también debe hacerse si ha estado en contacto con una persona enferma o con cosas que el paciente haya usado.
Evitar tocarse o restregarse los ojos. Restregarse no aliviará la picazón y hará las cosas peores, porque los virus o bacterias que han causado la infección se extenderán. Para limpiar las secreciones, debemos lavarnos las manos y luego usar algodones, pañuelos o gasas desechables que tiraremos a la basura. Al terminar, nos lavaremos de nuevo las manos.
Para limpiar las secreciones, deben lavarse las manos primero y luego usar algodones, pañuelos o gasas desechables que deben botarse de inmediato y, al terminar, lavarse de nuevo las manos.
Lavarse los ojos con suero fisiológico. Limpiar los ojos con lágrima artificial o envases individuales de suero fisiológico puede reducir el escozor y las molestias que produce la conjuntivitis.
Si es necesario, usar más de una dosis de suero con el fin de eliminar todas las secreciones. Nunca utilizar el mismo envase para el ojo sano y el infectado.
Cuidado de lentes de contacto. Los lentes pueden originar conjuntivitis y debe consultarse con el médico para saber si durante un episodio de conjuntivitis pueden usarse.
Es muy importante limpiar las lentes de contacto de uso prolongado adecuadamente para que no acumulen bacterias.
Además, después de una conjuntivitis, debemos deshacernos de los lentes desechables que hayamos utilizado durante la infección, así como de la solución limpiadora e incluso a veces también del estuche para los lentes.
Evitar automedicarse. Algunos de los tratamientos más comunes pueden ser perjudiciales o no adecuados según el tipo de conjuntivitis. O puede ser que tengamos otra enfermedad con síntomas similares.
Se debe acudir al oftalmólogo si el enrojecimiento del ojo empeora, aparece dolor, aumenta la sensibilidad a la luz o la visión se vuelve borrosa.
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