En el mundo de la medicina, el ácido ascórbico, comúnmente conocido como vitamina C, se destaca como un nutriente hidrosoluble esencial. Este componente, presente en diversos alimentos, juega un papel crucial en el organismo al actuar como antioxidante. Según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos (NIH por su siglas en inglés), la vitamina C ayuda a proteger las células contra el daño de los radicales libres, promueve la producción de colágeno, mejora la absorción del hierro de origen vegetal y fortalece el sistema inmunitario.
Aunque frutas como las naranjas, las toronjas, los chile dulces, las fresas y el kiwi son conocidas por su alto contenido de vitamina C, hay una fruta que contiene de 50 a 100 veces más vitamina C que una naranja y se cultiva en gran parte de América: la acerola.
La acerola, también conocida como cereza de Barbados o de las Indias Occidentales, es una fruta de tamaño y forma similar a la cereza, que prospera en climas cálidos y tropicales, según National Geographic. Los cultivos se extienden desde el sur de Texas en Estados Unidos, pasando por México, Centroamérica, Sudamérica, el Caribe y hasta la India, siendo Brasil uno de los mayores productores.
Según la Universidad de Costa Rica (UCR), la acerola tiene un alto contenido de vitamina C, rica en vitamina A, hierro y cálcio. Se puede consumir de manera directa o bien en jugos o jaleas a partir de su fruto.
De acuerdo con la revista Journal of Food Science and Technology es una de las fuentes naturales más ricas en vitamina C, ya que 100 gramos de esta fruta pueden aportar entre 1,000 y 2,000 miligramos de vitamina C. Además es una excelente fuente de vitaminas A, B1, B2, B6, así como de minerales como calcio, hierro, magnesio, fósforo y potasio. También contiene carotenoides, flavonoides, azúcares y polifenoles. Con un sabor ácido y un color que varía entre el rojo y el amarillo, la acerola no solo es nutritiva sino también deliciosa.
Según el portal Mejor con Salud, los componentes de esta fruta pueden ayudar en la producción de colágeno, ofrecer un efecto protector contra los rayos ultravioleta, reducir el riesgo de envejecimiento prematuro y las lesiones musculares, y disminuir el estrés oxidativo y la genotoxicidad. Además, el consumo de acerola se recomienda para combatir la debilidad y la fatiga, especialmente durante la recuperación de enfermedades o cirugías. También es útil para aliviar espasmos gastrointestinales, aumentar las defensas y enfrentar los síntomas de la diarrea, según ‘Cuerpo Mente’.
Acemás una investigación realizada por Glenn Wadley, de la Universidad Deakin en Australia, indicó que el consumo de suplementos de vitamina C en dosis diez veces mayores que la ingesta diaria recomendada reduce los niveles elevados de azúcar en la sangre y la presión arterial en pacientes con diabetes tipo 2.
Wadley explicó que la vitamina C disminuye en un 36% el aumento repentino del azúcar en la sangre después de las comidas en pacientes diabéticos tipo 2, lo que implica que estos pacientes experimentan hiperglucemia durante casi tres horas menos por día.
Finalmente, esta furta podría jugar un papel en la síntesis de neurotransmisores encargados de la regulación del estado de ánimo, como la dopamina. La vitamina C es crucial en la producción de esta hormona que favorece la sensación de placer, según el sitio web ‘Farmacéuticos’.
*La redacción de este contenido fue asistida con inteligencia artificial.