Costa Rica es uno de los países de “riesgo medio” en salud por efectos del fenómeno de El Niño, en los próximos meses, de acuerdo con las previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), divulgadas este 4 de agosto.
Según las proyecciones del organismo, los países de riesgo medio tendrán menor cantidad de lluvia que el promedio de años sin este fenómeno, pero no será necesaria ayuda humanitaria. Entre estas naciones también están Panamá y Trinidad y Tobago.
Otros territorios tendrán efectos más graves para la salud de los habitantes, como es el caso de Colombia, algunas zonas de El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras y Nicaragua; la zona norte de Perú, Surinam y Venezuela.
Esto no tiene que ver con el impacto directo en la región sobre temperaturas, lluvias y sequías, pero sí en el indirecto y consecuencia del fenómeno, como malnutrición (por reducción de cultivos), diarreas (por menor disponibilidad de agua potable), y enfermedades transmitidas por mosquitos y parásitos, como dengue, zika y malaria, entre otros.
La OMS hace la observación de que este impacto a la salud varía de un país a otro, de una región a otra en un mismo país, y además cambia con los meses. Este es el impacto de lo que podría verse como una primera fase, a setiembre de 2023.
En Costa Rica, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), señaló que la sequía se extenderá al menos hasta marzo del 2024. Toda la estación seca del próximo año tendrá carencias hídricas más pronunciadas.
¿Por qué el fenómeno impacta en la salud?
La OMS explicó los diferentes niveles en los que el fenómeno, ya sea con sequías o con aumento de lluvias, puede tener impacto en la salud humana. Estos son considerados los más importantes.
- Tanto las sequías como las inundaciones pueden motivar la aparición de inseguridad alimentaria, aumentar la malnutrición y, con ello, aumentar la vulnerabilidad a enfermedades infecciosas.
- Las sequías, inundaciones y lluvias intensas pueden causar muertes y desplazamientos de la población. Otras consecuencias posibles son los daños a la infraestructura de los centros de salud, lo que podría dejar a las personas sin atención.
- Las temperaturas más cálidas en las aguas también pueden motivar epidemias de enfermedades transmitidas por mosquitos en áreas donde estos no sobreviven en condiciones normales.
- La infraestructura sanitaria dañada o con aguas estancadas puede generar enfermedades relacionadas con aguas contaminadas o no potables.
- Aumenta el riesgo de olas de calor, incendios forestales y aire de menor calidad, lo que aumentaría las enfermedades respiratorias y los golpes de calor.
- Quienes tienen enfermedades crónicas y deben tomar medicamentos a diario tendrán más riesgo de complicaciones médicas durante una ola de calor. Los adultos mayores y niños también tienen riesgo aumentado.
- Quienes ya están en crisis humanitarias podrían sufrir mayores consecuencias
¿Qué significa riesgo medio y a qué se debe?
La OMS explicó que el riesgo alto es donde tienen a los países que eventualmente podrían requerir ayuda humanitaria internacional para solventar su situación. En el riesgo medio, están los países que, por sus características geográficas o climáticas podrían no tener mayor impacto del fenómeno.
En el caso de Costa Rica, el fenómeno tendrá un impacto similar al de otros países, pero con una mejor capacidad de respuesta y un sistema de salud más resiliente, lo que evitaría grandes crisis de salud.
Según el reporte, las naciones que tienen un riesgo más alto podrían tener mayores complicaciones de salud en este momento; otro grupo podría tener impactos mayores entre setiembre y diciembre.
En el caso de Costa Rica, los mayores impactos para la salud se esperarían a partir de diciembre, y están principalmente enfocados en mayores embates de dengue y, en menor medida, de otras enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti, como zika y chikunguña. El riesgo de malaria también podría aumentar.
Costa Rica atraviesa en este momento brotes mayores de dengue. En junio pasado, un informe del Ministerio de Salud indicó que, si se compara con la misma época del año anterior, el número de enfermos este año ha aumentado un 39%, al pasar de 1.490 a 2.070.
Este 4 de agosto, el reporte epidemiológico de Salud indicó que, a la semana 29 del año (del 16 al 22 de julio) 2023 contabilizaba 4.152 casos de dengue. Uno de cada tres casos (1.429, el 34,42%) corresponde a la provincia de Limón. Esto representa una tasa de 301,1 por cada 100.000 limonenses.
¿Qué es el fenómeno de El Niño?
El Niño, como popularmente se le conoce, es parte del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), que tiene tres fases: El Niño, La Niña y la fase neutra.
El Niño es un calentamiento anormal en las aguas superficiales del océano Pacífico Ecuatorial. En La Niña se da un enfriamiento anormal.
El Niño, explicó en una entrevista anterior el químico Ricardo Sánchez Murillo, lleva este nombre porque su descubrimiento se dio en una época cercana a las fiestas de Navidad.
Según el investigador, este fenómeno genera cambios sustanciales en la velocidad de los vientos y también produce cambios en la precipitación.
“En Centroamérica y Caribe, El Niño se caracteriza por un déficit de lluvias y aumento de temperaturas. Hay menos abastecimiento de agua potable. Afecta mucho más la vertiente del Pacífico que la del Caribe. En otras partes del mundo afecta diferente”, resumió.
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