Nuestro país detectó los primeros cuatro casos de la variante lambda del SARS-CoV-2, virus causante de la covid-19.
Los casos se presentan en personas de distintas edades y varios sitios del país, según información dada a conocer este lunes por el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa).
De acuerdo con los datos, los casos corresponden a:
Un niño de dos años, residente en Siquirres, Limón.
Una joven de 20 años, residente en La Cruz, Guanacaste.
Dos hombres de 50 y 51 años de edad, respectivamente, residentes en Corredores y Golfito, en Puntarenas.
Ninguna de estas personas tiene historial de viaje fuera del país.
Ellos reportaron fiebre, tos, dolor muscular, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones, dolor de garganta y pérdida del olfato.
Ninguno de los pacientes se encontraba hospitalizado al momento de la toma de muestra, añadió Inciensa, institución que coordina el análisis genómico del virus.
LEA MÁS: Todo sobre la variante Lambda, dominante en Perú, aún no muy conocida en el mundo
Lambda a fondo
Esta variante, vista por primera vez en Perú, este año, se encuentra ya en cerca de 40 naciones. En Suramérica, por ejemplo, en Chile y Argentina, pero también en México y Estados Unidos, en Norteamérica.
Lambda no es una variante de preocupación (VOC, por sus siglas en inglés) como lo son alfa, beta y gama. Sin embargo, está considerada una variante de interés (VOI, por sus siglas en inglés). En estas variantes ya hay cambios en el fenotipo, es decir, en los rasgos observables del virus que podrían marcar modificaciones en su comportamiento.
En este caso, hay mutaciones (cambios en la genética) en la proteína espiga o espícula (también llamada S). Esta proteína es clave porque es la puerta de entrada del virus a nuestro cuerpo.
Los cambios podrían ser señal de una transmisión más eficiente.
Además, un estudio encabezado por la Universidad de Tokio, encontró que tres de las mutaciones en la proteína de espiga le podrían ayudar a resistir la neutralización por anticuerpos inducidos por las vacunas. Sin embargo, aún no hay certeza de esto.
Es posible que una VOI pase a ser una VOC si en algún momento se determina que podría influir en hacer el virus más transmisible, más agresivo o más letal; así como restarle eficacia a vacunas, causar menor efectividad en las pruebas diagnósticas o algún cambio en los síntomas de la enfermedad.
Aumento de otras variantes en Costa Rica
En el último análisis genómico se estudiaron 72 muestras. De ellas, 42 eran de una VOC, lo que denota la rapidez de transmisión y expansión de estas.
21 con la variante delta. Corresponden a residentes en cinco provincias: San José, Alajuela, Heredia, Guanacaste y Puntarenas. Tres de los casos reportaron antecedente de viaje a Norteamérica (uno a México y dos a Estados Unidos).
Además, dos de estos 21 casos tienen menos de 12 años de edad.
Esta variante fue reportada a finales de julio. Con estos, ya serían 37 los casos confirmados por análisis genómico, pero la circulación de la variante sería mayor, dado que no se analizan todos.
Estas son las otras VOC detectadas en el último estudio:
14 personas con la variante gama
6 con la variante alfa
1 con la variante beta.
Francisco Duarte, coordinador del Laboratorio de Genómica del Inciensa recordó que las formas de prevenir estas variantes son las mismas que para cualquier otra del virus: uso riguroso de la mascarilla, evitar aglomeraciones y sitios cerrados y con poca ventilación, y lavado de manos.