Costa Rica ha descartado el virus Oropouche en 416 muestras y confirma que no ha llegado al territorio nacional. Estas muestras fueron analizadas por el Centro Nacional de Referencia de Virología (CNRV) del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa).
Esto no quiere decir que 416 costarricenses hayan sido sospechosos de la enfermedad, puesto que se pudo haber tomado más de una muestra en una sola persona por diferentes motivos. El primer caso sospechoso de esta enfermedad se descartó el pasado 14 de agosto.
El Oropouche es un virus vectorial, es decir, no se transmite de persona a persona; para ello hace falta un vector, un insecto u otro animal, para que sea transmitido. En este caso, el vector es el mosquito Culicoides paraensis (también conocido como jején, purruja o “mosquito de la arena”). La infección también puede transmitirse por el mosquito Culex quinquefasciatus, que está ampliamente distribuido en Costa Rica.
Sus síntomas se asemejan a los de dengue: fiebre, escalofríos, cefalea (dolor de cabeza), mialgias (dolor muscular) y artralgias (dolor en articulaciones). En algunas ocasiones hay náuseas y vómitos.
Según el lineamiento del Ministerio de Salud, los casos sospechosos son las personas con síntomas y que además hayan viajado recientemente a países con circulación del virus, como Brasil, Perú, Cuba, Bolivia, y República Dominicana.
El grueso de las muestras analizadas por el Inciensa corresponden a vecinos del Valle Central, pero también se estudian otras provenientes de La Cruz, Los Chiles, Quepos, Sixaola, Golfito y las cercanías al Parque Nacional Corcovado.
¿Por qué el Oropouche es de preocupación?
Desde el pasado 17 de julio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) giró una alerta epidemiológica e instó a los países a fortalecer la vigilancia y las medidas de control de vectores, como la eliminación de criaderos o de otras formas que motiven la reproducción de los insectos transmisores.
Esto se debe no solo a la diseminación de la enfermedad, sino también porque ya provocó dos decesos, algo que no se había visto en cinco décadas de historia de la enfermedad. También se dieron los primeros abortos espontáneos y casos de microcefalia en bebés.
Según el reporte más reciente de la OPS, durante los primeros ocho meses del año, la OPS reportó 9.852 casos y dos fallecimientos por Oropouche en ocho países. Brasil es el más afectado, con 7.931 casos (el 80,5%) y las dos defunciones.
El virus también circula en Bolivia (356 casos), Colombia (74 casos), Cuba (506 casos), Perú (930) y República Dominicana (33). A esto se le deben añadir que Estados Unidos reportó 21 casos importados y Canadá 1. Los casos importados se dieron en un país con circulación viral, pero la enfermedad fue detectada a su regreso. Europa ha reportado 30 casos de este tipo.
Hasta el momento, Brasil ha notificado 11 muertes fetales, tres abortos y cuatro casos de anomalías congénitas.
Además, Bolivia reportó seis casos de coinfección de dengue y Oropouche. Es decir, seis personas tuvieron ambas enfermedades a la vez.