No todo el país avanza por igual en vacunación contra la covid-19. El promedio nacional dice que el 74,1% de la población tiene su esquema completo y en 25,7% ya cuenta con dosis de refuerzo. Pero hay brechas. Mientras que hay áreas de salud que ya cubrieron casi a la totalidad de sus habitantes con el esquema completo y tienen a la mitad con tres vacunas, en otras la cantidad de personas con la primera dosis pendiente supera el 40%.
La cantidad de población, cuán dispersa esté, los servicios públicos disponibles, la extensión de los terrenos que alberga cada servicio de salud y la voluntad de las personas para inocularse son parte de las variables que determinan el avance. No hay una sola razón que explique las brechas, indicó Leandra Abarca Gómez, coordinadora del programa ampliado de inmunización de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
¿Dónde han llegado más las vacunas? Hay tres sitios que superan al 90% de la población con ambas dosis.
El área de salud Zapote - Catedral, donde se ubica la clínica Carlos Durán, en el centro de San José, ha estado a la cabeza desde que comenzó la campaña. El 106,25% de la población contemplada en un inicio dentro de las proyecciones institucionales ya tiene dos dosis. En el camino se dieron cuenta de que había más habitantes en el área de salud de los que las proyecciones señalaron y a casi todos los que están en edad se les convenció de vacunarse.
Le siguen San Rafael de Puntarenas con 98,97% de la población con ambas dosis y Nandayure, en Guanacaste, con 94,44%.
En conversaciones anteriores con los directores de estos tres lugares ellos han hablado de trabajo en equipo, pero, también, de que sus habitantes son conscientes de la importancia de inocularse y ellos mismos pedían ser incluidos en las campañas.
“No tuvimos que luchar para convencer a muchas personas; más bien pasaban a preguntar a cada rato cuándo íbamos a tener dosis disponibles”, aseguró Kimberly Arguedas, una de las encargadas del programa en San Rafael de Puntarenas.
Si tomamos en cuenta la colocación de dosis de refuerzo, una de cada cuatro personas con esta tercera dosis, el 24,76% están adscritas a 11 de las 105 áreas de salud. En otras palabras, el 10% de los establecimientos concentran una de cada cuatro dosis de refuerzo.
Hay cinco áreas de salud donde se supera el 40% de personas con tres dosis: de nuevo, Zapote - Catedral está a la cabeza, con 57,23%.
Pero también se suman nuevas a la lista, que no se vieron dentro de las primeras cinco cuando se contabilizaron los esquemas completos en diferentes momentos de la campaña como Carmen - Montes de Oca, con 44,86%, Atenas, con 42,72%, y San Rafael de Heredia, con 41,35%.
Nandayure, nuevamente, aparece dentro de los sitios con más avance, con 40,34% de habitantes con tres dosis, según las proyecciones poblacionales de la CCSS.
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El otro lado de la moneda.
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Otras 11 áreas de salud muy diferentes más bien agrupan a una de cada cuatro personas que todavía no tienen una sola dosis. A nivel nacional, hay 250.004 personas sin una sola dosis, lo que representa el 18,7% de los habitantes, pero hay sitios donde este porcentaje va más allá del doble.
En dos de ellas más del 40% de los habitantes no ha comenzado su esquema, lugares que desde el inicio de la campaña se han caracterizado por el rezago: Barranca, en Puntarenas, con 42,79% y Horquetas - Río Frío, en Sarapiquí, con 40,3%.
Llama la atención que Barranca está en el mismo cantón de San Rafael y sus resultados son opuestos.
Brigitte Ramírez, jefa de enfermería, explicó que ese sitio es el más populoso de la región Pacífico Central y que la situación socioeconómica genera todo un reto para los equipos vacunadores.
“Es más preocupante para la población buscar qué comer que irse a vacunar”, resumió. En esta zona también hay adultos mayores que no tienen personas que los cuiden y lleven a centros de salud. “No ha sido un problema de accesibilidad, es de actitud”, añadió.
En Horquetas - Río Frío, los problemas de acceso son la piedra en el zapato.
“Un 90% de la población no tiene transporte público. El que existe, que bordea el cantón, es sumamente caro; a veces superior a ¢3.500. La población es muy pobre, con poca educación y no puede pagar ese servicio. Muchas personas, con familia, tienen que gastar un salario en ir, almorzar y venir”, apuntó Patricia Ulate, su jefa de enfermería.
En la población con menos vacunas de refuerzo destacan dos territorios fronterizos: Santa Rosa, en Pocosol y Los Chiles. En estos lugares las terceras dosis solo han llegado al 9,25% y al 9,69% de la población, respectivamente.
Melvin Achía, epidemiólogo de la Región Huetar Norte de la CCSS, estimó que en estos lugares la pobreza y los problemas de acceso en territorios cerca de Nicaragua complican la acción. Además, hay quienes ya tienen dos dosis y consideran innecesario una tercera.
Abarca enfatizó que la misión este tercer año de la pandemia será ver cómo se aborda a las 250.004 mayores de 12 años que permanecen sin una sola dosis.
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