San José
El fidget spinner es el juguete de moda, su popularidad es internacional y en poco tiempo ha generado todo tipo de reacciones. Se trata de un sencillo aparato que gira a gran velocidad sobre un eje que se sostiene con la mano.
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La invención de este aparato tuvo lugar hace unos 20 años y su propósito inicial era ayudar a niños con autismo o trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Entonces, si su origen fue terapéutico y su uso pareciera ser tan sencillo, ¿por qué algunas personas lo ven como algo riesgoso?
La Nación consultó al Hospital Nacional de Niños acerca de este artefacto. Hasta el momento, el servicio de emergencias no registra ningún caso que involucre como causa los spinners.
En el Ministerio de Salud tampoco se han presentado incidentes relacionados con este juguete. Sin embargo, las autoridades recomiendan a los papás supervisar a los niños cuando lo estén usando y analicen si el chiquito tiene la edad apropiada para manipularlo.
En ese sentido, William Barrantes, director general de salud, advirtió que existen múltiples marcas de spinner, unas de muy baja calidad, a las que se les sueltan fácilmente unos roles o anillos que trae el aparato.
Al tratarse de piezas tan pequeñas, los menores podrían tragarlas accidentalmente, lo que podría causar una obstrucción de la vía respiratoria. Si la emergencia no se atiende de manera oportuna, puede producirse la muerte por asfixia.
En otros países, se han mencionado casos de niños que han sufrido golpes en la boca, los dientes y los ojos, atribuidos a estos aparatos.
Cuando vienen con iluminación, también es importante cuidar que los chiquitos no saboreen las pilas por las sustancias que puedan soltar.
Usos pedagógicos
En algunos centros educativos de Estados Unidos e Inglaterra también han acusado a los spinners de afectar la concentración en las aulas y, por lo tanto, se ha prohibido su uso. ¿Sucede eso en Costa Rica?
Óscar Pérez, asesor pedagógico del Ministerio de Educación Pública (MEP), aseguró que aunque algunos educadores prefieren mantener estos aparatos fuera de las aulas para que no interfieran con las lecciones, tampoco deben verse como algo malo. Por el contrario, él piensa que podrían ser una oportunidad para introducir otras formas de aprendizaje.
"Entonces por qué no cuestionarse: ¿será interesante hacer una competencia de estos aparatos giratorios durante la clase de educación física?, ¿puede ser positivo construirlos en tecnología?, ¿tiene sentido analizar su velocidad de giro en la clase de física matemática? o ¿por qué no escuchar con el grupo un vídeo sobre el producto en inglés?", indicó el representante del MEP.
En Costa Rica los spinners se venden en jugueterías, puestos en centros comerciales y hasta en ventas ambulantes. Los precios oscilan entre los ¢3.000 y los ¢25.000, dependiendo de la marca y el material.
Sus diversos colores y figuras crean atractivos efectos visuales; incluso algunos que brillan en la oscuridad.