¿Habremos llegado ya al pico de esta ola de covid-19? El demógrafo y salubrista público Luis Rosero asegura que sí.
Sin embargo, advierte de que esto no quiere decir que la ola haya terminado o que la tendencia no pueda revertirse, porque puede pasarse durante bastante tiempo en este punto alto.
“La llegada al pico epidémico es un momento de, al mismo tiempo, celebración y extrema precaución. Es el momento a partir del cual la situación empezará a mejorar, pero es también el momento de máximo peligro en el que la circulación del virus está al tope”, recalca Rosero.
¿Cómo se sabe que estamos en la cresta de la ola? Según su análisis, publicado en la página del Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica (CCP-UCR), donde es investigador, esto se debe a que la tasa de contagio del virus va bajando de manera constante desde abril.
La tasa de contagio, también llamada tasa R, es un indicador de cuántas personas infectará, en promedio, un portador del virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19.
Según su reporte, el indicador se encuentra en 0,99, luego de haber estado en 1,38 en abril. Estar por debajo de 1 quiere decir que cada grupo de casos activos le pasará el virus a un grupo menor. Este dato, sin embargo, contrasta con el dado el viernes anterior por la Universidad Hispanoamericana, que lo ubicó en 1,16.
De acuerdo con el reporte del CCP-UCR, nuestro país “aplanó la curva” y, muy probablemente, empezará un descenso de la curva de contagios diarios.
Sin embargo, se desconoce aún la velocidad de este descenso. Con la ola anterior, este pico tuvo “cara de meseta”, pues se mantuvo constante en un punto alto entre setiembre y diciembre, aproximadamente. En otros países, el descenso sí fue más rápido y pronunciado.
El documento sí advierte una diferencia con el punto más alto de la ola anterior en nuestro país: el de esta quedará en un promedio de 2.500 casos diarios, aproximadamente el doble de los vistos en el pico de la ola anterior de setiembre.
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Posibles razones
Es difícil determinar una sola razón por la cual el punto más alto de la ola ya llegó. No obstante, el investigador tiene algunas hipótesis que pudieron contribuir a esto.
Antes de ver las razones debe tomarse en cuenta que, dado el periodo de incubación del virus y lo que dura una persona en manifestar síntomas, la tasa R vista hoy representa los contagios que se dieron aproximadamente seis a ocho días atrás.
Algunas posibles causas de la actual tendencia de la pandemia son:
- Las restricciones sanitarias a la circulación y aforo que las autoridades empezaron a aplicar a partir del sábado 17 de abril (restricción vehicular por placas los fines de semana) y ampliaron en días subsiguientes.
- La población modificó su conducta en respuesta a reiterados mensajes públicos y a las noticias sobre la gravedad de la situación en los hospitales.
- Agotamiento del reservorio de personas susceptibles a enfermarse en las comunidades en donde estaba circulando el virus (porque ya enfermaron o porque ya están vacunadas).
“Las tres posibilidades son plausibles y no tenemos los datos para determinar la contribución de cada una de ellas”, cita el documento.
Rosero indica que las restricciones sanitarias adicionales iniciadas el 18 de mayo no han tenido aún tiempo de actuar sobre la tasa de contagio que se ve hoy. Y aún menos puede haber un efecto de la reducción de los aforos, pues este recién comenzó este lunes.
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Proyecciones con tres escenarios posibles
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El análisis traza proyecciones a dos meses plazo conforme a tres escenarios posibles: uno optimista, uno neutro y uno pesimista.
Escenario optimista: la tasa de contagio se sigue reduciendo hasta llegar a 0,85 y se mantiene ahí al menos un mes. El país podría presentar unos 600 casos diarios para finales de julio.
En hospitalizaciones, la ocupación de camas comenzaría a bajar antes del 1.° de junio y a mediados de julio esta rondaría las 600 camas (unos 400 en salón y 200 en cuidados intensivos). El promedio diario de fallecimientos llegaría a ocho dentro de dos meses.
Escenario neutro: la tasa de contagio sigue bajando, pero a un nivel menor y alcanza un 0,95. En este escenario, cerca del 21 de julio se tendrían 1.600 casos diarios.
Los internamientos podrían rondar los 1.000 en salón y los 400 en una unidad de cuidado intensivo (UCI), para un total de 1.400. Los decesos serían entre 17 y 18 por día.
Escenario pesimista: R comienza a subir nuevamente y llegaría a 1,05. Para finales de julio los casos serían de 2.800 al día, en promedio, y comenzaríamos a subir en un nuevo pico de ola.
En esta situación se tendrían cerca de 1.500 hospitalizados en salón y poco menos de 600 en UCI. La cantidad de muertes por día estaría cercana a los 25.
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Fin de ola pandémica
Una cosa es llegar a la cresta de la ola y comenzar a bajar, y otra es que la ola haya terminado. Rosero indica que no es sencillo determinar cuándo esto ocurre, pues no hay consenso científico.
La Unión Europea habla de 50 casos por millón de habitantes para el levantamiento de algunas restricciones. En Costa Rica, eso sería un aproximado de 250 casos.
“Este umbral de 250 casos diarios podría alcanzarse a mediados en agosto en el escenario optimista o posiblemente en setiembre en el escenario neutro”, señala el informe.
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¿Qué hacer?
El especialista envía recomendaciones tanto para las autoridades como para las personas.
Para Rosero, levantar todas restricciones antes de llegar al umbral de 250 casos por día puede ser contraproducente.
“Debe tenerse especial cuidado en no enviar a la población mensajes implícitos de que el peligro ha pasado”, subrayó.
Mientras tanto, a la población le recuerda la importancia del buen uso de las mascarillas, de la higiene de manos, pero, especialmente la de evitar aglomeraciones, especialmente en eventos sociales.
“Asistir a reuniones con personas que no residen con uno antes de que termine la ola pandémica representa un riesgo elevado de contagiarse y transmitir el contagio a otros si uno aún no está completamente vacunado”, recomendó.
“Debe, por tanto, disuadirse la organización de reuniones o actividades que produzcan aglomeraciones, como bodas, fiestas, convenciones o conciertos mientras el país se encuentre aún en esta ola pandémica”, concluyó.
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