La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha atendido 14.998 casos de dengue en lo que va de 2024, lo representa un 329% más de la cantidad acumulada para esta misma época en 2023. Su comportamiento, además, recuerda la tasa de incidencia acumulada de 2013, el año con más casos en el país, pues la cifra llegó a 49.993 durante los 12 meses.
En 2024, el grupo de edad más afectado son los adultos jóvenes y los mayores de 40 años. Esta situación preocupa porque hay alta probabilidad de padecer dengue grave en una población de alto riesgo por enfermedades subyacentes.
Esto es así porque la segunda infección del dengue suele ser más grave que la primera. Cuando una persona enferma de dengue, el sistema inmunitario generará anticuerpos, pero solo permanecerán para el serotipo que la infectó. Si tiempo después el individuo se infecta con otro serotipo, el sistema inmunitario reconocerá al virus, pero sabrá que no es el mismo. En algunas personas se da una desregulación del sistema de defensas que conduce a los cuadros hemorrágicos y al choque séptico.
Catalina Ramírez Hernández, epidemióloga coordinadora de enfermedades transmisibles vectoriales de la CCSS, recordó que el brote actual realmente comenzó en octubre de 2023. Para ella, la situación es compleja, porque la epidemia se ha mantenido activa.
“Preocupa la circulación de todos los tipos de dengue al mismo tiempo, predominando los serotipos 3 y 4. Esto afecta a la población vulnerable que nunca había estado expuesta”, manifestó la especialista.
Esto coincide con lo dicho anteriormente por Sylvain Aldighieri, director del Departamento de Prevención, Control y Eliminación de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en febrero anterior, cuando expresó que los periodos de transmisión de la enfermedad no se limitan a los 12 meses del año, pues son ciclos mucho mayores que pueden extenderse dos o tres años. El ciclo actual comenzó en 2023, por eso, el 2024 no puede verse como un año separado, sino como la evolución de lo sucedido el año anterior.
La región del país con la mayor incidencia es la Pacífico Central, con 512 casos por cada 100 000 habitantes. Sin embargo, si se observan los datos por números absolutos, la Central Sur y Central Norte concentran el 55%.
¿Qué es el dengue y cómo se transmite?
El dengue es un virus transmitido por los zancudos Aedes aegypti y Aedes albopictus. Las hembras depositan huevos en el agua. Para sobrevivir y poner sus huevecillos, la hembra del mosquito se alimenta de sangre humana. Si pica a una persona infectada con el virus, el insecto se volverá portador de este hasta su muerte.
Una vez que la hembra se contagia, las personas a las que pique corren el riesgo de enfermarse. Quien se infecta padece dolores corporales fuertes y fiebre.
El dengue grave, que es más común en una segunda o tercera infección, puede provocar hemorragias, dificultad respiratoria, inflamación de órganos y vómito; e incluso puede causar la muerte.
Varias razones motivan el aumento del dengue
En conferencia de prensa dada en febrero anterior, la ministra de Salud, Mary Munive Angermüller, se refirió a tres motivos por los cuales se ha visto un incremento de los casos este año.
- Circulación de los cuatro serotipos del virus.
- Escasa inmunidad de la población al serotipo 4, porque no circuló en el país durante 20 años.
- Postergación de la entrada de la época lluviosa de 2023 extendió el riesgo de criaderos del mosquito transmisor.
Prevención del dengue
Catalina Ramírez recordó que hay claves exitosas para combatir el dengue y que se deben mantener durante el año, independiente de si estamos en la época seca o lluviosa.
- Limpiar pilas, canoas, estañones, baldes, bebederos de animales y cualquier recipiente que pueda acumular agua.
- Tapar cada recipiente donde se almacene agua.
- Volcar botes, pangas u otras embarcaciones.
- Rellenar huecos de árboles, floreros de cementerios, blocks, tapias y otros, para evitar agua acumulada.
- Reciclar materiales de plástico, aluminio o vidrio que puedan acumular agua.
- Reutilizar todos los recipientes de plástico, aluminio, vidrio y llantas.
- Agujerear llantas que están en parques y parqueos para que no acumulen agua.
- Enterrar pipas, cocos, cáscaras o cualquier otro desecho orgánico.
- Fumigar sitios oscuros: debajo de pilas, armarios, closet y otros.
- Usar repelente y ropa de manga larga, principalmente si visita zonas donde hay transmisión activa del dengue.