La cantidad de costarricenses que depende del tabaco y el fumado bajó en los últimos ocho años.
Datos de la Encuesta de Riesgo Cardiovascular de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) presentados la mañana de este miércoles señalan que, mientras en el 2010, un 14,2 % de la población mayor de 20 años consumía tabaco, en el 2018 ese porcentaje fue de 11,1 %; una reducción de 3,1 puntos porcentuales.
La encuesta se desarrolló el año anterior en todo el territorio nacional. Se evaluaron 73 variables y se entrevistaron a 4.166 personas mayores de 20 años de ambos sexos.
¿Qué beneficios obtienen los ticos con estos resultados? “Se protege no solo a la persona, si no también a la familia expuesta al humo de segunda mano (fumado pasivo). También se ahorran muchos costos en todas las enfermedades que van disminuyendo al dejar de fumar. Asimismo disminuye el estrago ambiental del tabaco: para producir cigarrillos se cortan árboles, después contaminan los suelos y las costas”, explicó la neumóloga Wing Ching Chan Cheng, coordinadora del programa de Cesación de Tabaco de la CCSS.
Para los especialistas de la CCSS, esta reducción se debe a una combinación de varios factores, entre ellas la ley 9028 contra los efectos nocivos del tabaco (que entre otras cosas prohíbe el fumado en sitios públicos) y la puesta en marcha de proyectos para desestimular el tabaquismo, como la implementación de clínicas de cesación de tabaco y estrategias de prevención de consumo.
“Me complace. Es un dato que ya es esperado por todo el equipo de trabajo a nivel nacional por todo el esfuerzo que se están haciendo. Hay 34 clínicas de cesación de tabaco con un equipo interdisciplinario que trabajan para que las personas dejen el tabaco, pero que los niños y adolescentes no empiecen", agregó.
Para Daniel Salas, ministro de Salud, la ley sí marcó una diferencia, pero esto no es suficiente si las personas en su espacio privado tienen la posibilidad de fumar.
“Aunque tengamos la ley y aunque las personas tengamos el derecho de reclamar no estar expuestos al humo del cigarro en espacios públicos, también hay espacios privados y ahí la ley no va a poder hacer nada. Ahí entra la conciencia de las personas en que el fumado quita años de vida, que el fumado quita calidad de vida y que quienes dejan de fumar recuperan el sentido del olfato, el sentido del gusto y que ya pueden hacer ejercicio sin que falte el aire”, indicó Salas.
Las consecuencias del vicio
La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona cinco formas principales en las que el tabaquismo puede afectar la salud de las personas.
Cáncer de pulmón. Fumar es la principal causa del cáncer de pulmón, y es responsable de más de dos terceras partes de las muertes mundiales por esta enfermedad. La exposición al humo ajeno en el hogar, en el lugar de trabajo o sitios públicos también aumenta el riesgo.
Sin embargo, hay buenas noticias: después de 10 años de dejar de fumar, el riesgo de cáncer de pulmón se reduce a la mitad en comparación con lo que le sucede al fumador.
Enfermedades respiratorias crónicas. El tabaco fumado es la causa principal de la EPOC. El riesgo de EPOC es particularmente alto entre las personas que empiezan a fumar o están expuestas al humo ajeno a edades tempranas, ya que el humo del tabaco retrasa significativamente el desarrollo pulmonar.
El tabaco también exacerba el asma y las alergias.
Dejar de fumar del todo es el tratamiento más eficaz para retrasar la progresión de la EPOC y mejorar los síntomas del asma.
Efectos en los niños. Los menores expuestos durante la vida intrauterina a las toxinas del humo de tabaco a través del tabaquismo materno o de la exposición materna al humo ajeno suben el riesgo de tener una reducción en su crecimiento y afectación de la función pulmonar.
Los niños pequeños expuestos al humo ajeno tienen más probabilidad de asma y, sí ya la tenían, presentarán mayores complicaciones. Además, es mal alto el riesgo de neumonía y bronquitis, así como de infecciones frecuentes en las vías respiratorias inferiores.
Por ello, los fumadores nunca deberían fumar en presencia de embarazadas, lactantes o niños pequeños.
Tuberculosis. El daño pulmonar y la reducción de la función pulmonar causados por la tuberculosis son exacerbados por el tabaquismo. Las personas que fuman tienen el doble de probabilidades de enfermar de tuberculosis.
Este padecimiento, agravado por los efectos nocivos del humo del tabaco, aumenta el riesgo de discapacidad y muerte por insuficiencia respiratoria.
Si usted tiene tuberculosis dejar de fumar inmediatamente es lo mejor para que el tratamiento sea eficaz.
Contaminación del aire. El humo del tabaco contiene más de 7.000 sustancias químicas, 69 de ellas se sabe que son cancerígenas. Aunque el humo puede ser invisible y no tenga olor, puede permanecer en el aire hasta cinco horas.
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