Un buen y balanceado desayuno todos los días ayudaría a que los niños disminuyan el riesgo de padecer diabetes tipo 2, una enfermedad considerada de adultos.
Este mal se origina en la incapacidad del cuerpo para procesar el exceso de insulina, así que la glucosa permanece en la sangre.
Si la situación no es controlada, con el tiempo puede dañar órganos como los riñones y el corazón, así como la retina en los ojos.
Investigadores de la Universidad de Saint George, en Londres, encontraron que un desayuno diario con frutas, lácteos, alguna harina (pan o tortilla) y proteína (huevo o jamón), ayudaría a que el riesgo de diabetes sea menor.
Al contrario, quienes del todo se saltan esa primera comida del día, tienen un riesgo un 27% mayor de desarrollar la enfermedad en relación con quienes sí desayunan.
“Especialmente los cereales altos en fibra brindan una protección especial”, comentó en un comunicado de prensa, Ángela Donin, una de las investigadoras principales.
Paso a paso. Para llegar a estas conclusiones, los científicos tomaron una muestra de 4.116 menores de nueve y diez años.
Como primera medida, los niños respondieron preguntas sobre cada cuánto desayunaban y qué era lo que comían cada mañana.
De todos ellos, el 26% reconoció que no desayunaba.
Posteriormente se les hizo exámenes que midieron factores que pueden estar relacionados con la diabetes, como los niveles de glucosa, hemoglobina y de cómo procesaban la insulina.
Los menores acostumbrados a no desayunar mostraron un 27% más de niveles altos de insulina y de resistencia a la insulina.
Además, tenían un 2% más de glucosa en sangre.
En la región. En Centroamérica, un estudio del 2010 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) halló que el 8% de los niños y el 12% de los adolescentes llegaban, unas tres veces a la semana, a los centros educativos sin desayunar.
Los especialistas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) explican que no ingerir la primera comida del día puede derivar en problemas de concentración, bajo rendimiento académico, debilidad y deficiencia psicomotora.
Incluso, si un niño ayuna con frecuencia podría padecer de anemia, afección en la cual el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos. Los glóbulos rojos son los encargados de suministrarle el oxígeno a los tejidos corporales.
“El desayuno es la comida más importante del día y debe incluir el 25% de los nutrientes”, aseguró la nutricionista Susana Campos.
Según ella, al omitir el desayuno, se disminuye la insulina y la glucosa, lo que interfiere en la función intelectual y en las funciones motoras fina y gruesa.
“También disminuye la atención y el rendimiento académico, sobre todo en las primeras horas de la clase”, destacó la especialista.
El estudio de la FAO destacó que influye mucho lo que se come, por lo que la entidad urgió a los padres a evitar las frituras y cereales muy azucarados y dar preferencia a las frutas y cereales integrales.
La diabetes infantil no es un problema ajeno a Costa Rica. En la actualidad, la Unidad de Endocrinología del Hospital Nacional de Niños (HNN) atiende a 50 menores con diabetes tipo 2.
Lo que en el pasado era un caso muy raro, ahora se ve a menudo en menores de 10 a 15 años y hasta se reporta un menor de ocho años con esta enfermedad.
A estos datos se deben sumar un número aún no conocido de niños y adolescentes con prediabetes, condición en la que los niveles de azúcar en la sangre ya están alterados y podrían ser la antesala de la diabetes tipo 2.