En México, por ejemplo, aunque la cobertura de la educación media o secundaria pasó de 48% a 66% en la última década, solo el 45% de los jóvenes de entre 19 y 24 años concluyó ese tramo educativo. Esto coloca a México por debajo de Chile, donde el 80% de los estudiantes terminó el bachillerato. Por su parte, en Venezuela el 62% terminó el colegio y en Brasil fue el 57%.
“Hace falta un rescate social de la juventud mexicana. Hay más de 7 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan; siete de cada diez no tiene opciones educativas para cursar estudios superiores y hay más de 550.000 jóvenes analfabetos”, comentó José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sin embargo, estar en la escuela no siempre asegura aprender: en ese país, luego de permanecer 12 años en el sistema educativo, ocho de cada diez jóvenes solo saben hacer operaciones matemáticas básicas y uno de cada dos tiene niveles bajos de lectura.
En Colombia, en tanto, también la matrícula de la educación media ha crecido un 20% en la última década, pero aún hay 428.302 jóvenes que están fuera del sistema educativo, particularmente en las zonas rurales.
Las razones para dejar las aulas demuestran que el aspecto pedagógico es solamente una parte del problema.
Según la Encuesta Nacional de Deserción, en ese país quienes abandonaron la enseñanza media en zonas urbanas lo atribuyen a dificultades académicas, maestros que enseñan en forma aburrida y situaciones de conflicto y violencia en el colegio.
Por otra parte, quienes abandonaron el colegio en zonas rurales culpan a la necesidad de trabajar, la distancia de la casa al colegio y las dificultades académicas.
Razones similares se dan en Costa Rica: desinterés en estudiar, falta de dinero, dificultad para aprender y la elección por trabajar son las razones que mencionan los alumnos que dejaron las aulas. En ese país, la mitad de los jóvenes desiste de cursar los dos últimos niveles de la secundaria, que por ahora no son obligatorios.
“Es una de las carencias de nuestra política educativa: no estar preocupados por los jóvenes que van quedando atrás. Hay iniciativas privadas, pero el Estado está en el deber”, afirmó Harald Beyer, subdirector del Centro de Estudios Públicos de Chile. Allí, las tasas de abandono del colegio son siete veces superiores a las de la primaria.
Desde Venezuela se enumeran críticas al nivel medio: falta de profesores, contenidos desactualizados, pues, en ese país, este es el único nivel educativo que no ha tenido cambios curriculares desde hace más de 20 años. A esto se suma la escasez de vacantes para profesores.
Sin embargo, la situación no es pareja dentro de los países. En la mayoría de los casos, las escuelas privadas suelen tener mejores tasas de rendimiento y menos abandono porque, en general, atienden a una población de mayor nivel socioeconómico y cultural.
Este es el caso en Brasil. En las escuelas públicas brasileñas, la tasa de abandono promedio en el 2010 fue de 10%, pero subió a 11,5%.
Muchos países comenzaron, en los últimos años, a proponer reformas para su enseñanza media.
En Argentina, por ejemplo, está en marcha el plan “Secundaria para todos”, que busca reformular los contenidos de las materias, con más horas de asignaturas básicas como Lengua, Matemática e Inglés. Incorpora tutorías y acompañamiento para rendir materias reprobadas, e integra actividades deportivas, artísticas y comunitarias, entre otros cambios.
Vale recordar que, en Argentina, el nivel de educación secundaria es obligatorio desde que lo estableció una ley nacional en el 2006.
En Ecuador, en tanto, a partir de este mes de setiembre se aplicará un programa de reformas que busca disminuir el número de materias, aumentar la carga horaria y capacitar a los profesores.