Los síntomas ya los conocemos y no son agradables: necesidades urgentes y constantes de ir al baño, deposiciones de consistencia suave, a veces acuosa. Todo esto acompañado de dolor en el abdomen, calambres y, en algunas ocasiones, náuseas y vómitos. Sí, las diarreas.
Más allá de lo incómoda que resulta esta situación, puede perjudicar nuestra salud si simplemente “dejamos pasar el mal rato” y no hacemos nada.
Por eso en “Siéntase Pura Vida” hablaremos de qué son las diarreas, las diferentes causas, los mitos, cómo prevenirlas y qué hacer si no podemos evitarlas. Además, veremos qué señales nos indican que ya es momento de ir a un consultorio médico. Esto lo haremos con la ayuda del médico general Emmanuel Morales y de las recomendaciones de diferentes organismos internacionales de salud.
“La diarrea es una de las enfermedades que más mitos tiene, especialmente sobre lo que empíricamente hicieron por generaciones los abuelos. Mucho de lo que nos aconsejaban está bien; mucho, no tanto”, destacó Morales.
El profesional indicó que las diarreas se cuentan dentro de las enfermedades llamadas “auto limitantes”. “Solas llegan, y solas se van; el sistema inmunitario se encarga de ellas”, resumió.
Prevención
Una de las principales formas de prevenir las diarreas se promovió una y otra vez con la llegada de la pandemia: el lavado de manos (por cierto, este es buen momento para recordar que la diarrea puede ser un síntoma de covid-19).
En el primer año de la pandemia, cuando esta medida se hacía más a conciencia y encontrábamos lavatorios en todos los establecimientos, los casos de diarreas se redujeron en un 56%.
No obstante, parece ser que se nos olvidaron los buenos hábitos y los consultorios médicos registran un nuevo aumento.
“Estas últimas semanas estamos viendo un aumento de consultas por diarreas tanto en niños como en adultos”, precisó la doctora Carla Moya, quien atiende en consulta tanto pública como privada.
¿Qué hace de esta práctica, tan básica, algo tan eficaz? En una entrevista anterior, Daniel Quesada, emergenciólogo y coordinador del Centro de Atención de Emergencias y Desastres (CAED) de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), indicó que hay dos procesos, uno químico –protagonizado por el jabón– y uno físico –cuyo personaje principal es el agua– que se unen para proteger nuestras manos.
“Las bacterias y los virus son sensibles a los químicos. El jabón es un químico. El jabón también quita la grasa de la piel, que es donde se acumulan más bacterias y virus. El agua tiene un efecto físico que es arrastrar las bacterias y los virus y eliminarlos de la piel”, especificó.
Un lavado de manos a conciencia, en el que se cubra toda la mano, dedos y uñas, elimina casi la totalidad de los microorganismos en las manos, entre ellos los que pueden causarnos diarreas.
Las causas
Las principales causas de las diarreas son los virus y las bacterias. Hay otras, menos comunes, de tipo metabólico o por malformaciones en el colon.
El 80%, manifestó Morales, son de tipo viral. Las deposiciones en estos casos son claras, en su mayoría sin fiebre, pero sí con mucho malestar general y debilidad. En ellas no hay presencia de sangre en las heces.
Si ya hay fiebre, sangre en heces o incluso deterioro cognitivo, los médicos sospecharían de una bacteria y esto debería ser atendido por un profesional y tratado con antibiótico.
También hay otro tipo de diarreas que surgen cuando comemos algo en mal estado y nos intoxicamos.
“Allí es cuando por mala manipulación de alimentos o porque no los guardamos bien ingresan bacterias y contaminan la comida. Esas bacterias el cuerpo las resuelve solo, el cuerpo ‘arranca’ esa contaminación y se limpia. Estas se resuelven más rápido”, manifestó.
¿Qué tomar y qué no?
El primer consejo de Morales para sus pacientes, sin importar la causa de la diarrea, es tomar mucho líquido. Todo el posible. El tema de la hidratación es vital. En Siéntase Pura Vida ya lo hemos tocado, sin embargo, cuando se tiene diarrea es todavía más necesario.
“El paciente desde que comienza con síntomas debería, por criterio propio, empezar a tomar líquido. Cualquier líquido nos va a ayudar, pero sí tenemos la facilidad de ir a una farmacia y comprar electrolitos esto nos va a ayudar más”, aseguró.
¿Qué son los electrolitos? Son minerales presentes en la sangre y otros líquidos corporales. Se llaman así porque llevan una carga eléctrica. Cuando se tiene diarrea no solo se pierde agua, también los electrolitos se van en ese “arrastre”.
Los electrolitos se obtienen en sueros medicados o con soluciones orales. Hay varias marcas que incluso se consiguen en supermercados. Lo que no funciona y no es recomendado son las bebidas para deportistas, pues la consistencia es diferente y tiene otras indicaciones. Una bebida deportiva podría, más bien, aumentar la diarrea en algunos casos.
“La mayoría de veces, solo con el líquido la persona va a recuperarse”, subrayó.
Si no tenemos a mano electrolitos, el agua será lo más recomendable. Las bebidas con altos contenidos de azúcar, como las gaseosas, deberían tenerse como última opción.
“Las abuelas nos decían que compráramos ginger ale cuando teníamos diarrea, pero en realidad esta es una bebida con alta cantidad de azúcar que no es tan recomendable como el agua”, enfatizó el médico.
Pero no todos los consejos “de abuelas” son malos. El agua de pipa, por ejemplo, dará un efecto similar al del suero.
¿Qué pasa con los medicamentos? En los supermercados y farmacias podemos encontrarnos con tabletas que prometen “cortar la diarrea”. Morales indicó que estos productos sí cumplen este cometido, pero no siempre son recomendables. El médico afirmó que sí pueden consumirse si se superan los dos días de síntomas y no se ha solucionado el problema, y además, si no hay sospechas de que la causa sea bacteriana.
“Si la diarrea es causada por una bacteria y nosotros tomamos algo para cortarla, vamos a generar un problema mayor”, afirmó.
¿Cuándo ir al médico?
¿En qué situaciones deberíamos ir al médico? Morales enumera las razones:
- Tres días o más de síntomas.
- Fiebre de más de un día.
- Sangre en las heces.
- Mucosidad en las heces.
- Cambios en coloración.
- Deterioro cognitivo.
- Mucha somnolencia.
Se debe tener particular atención cuando se trata de niños, adultos mayores, o embarazadas.
La ‘diarrea del corredor’
Hay un tipo de diarrea que se sale de las características usuales. Se da en quienes comienzan a hacer deporte, suben de intensidad o realizan carreras de larga duración. Es la llamada “diarrea del corredor”.
¿Qué sucede? Principalmente una alteración metabólica. La mecánica del trote, aunada a la disminución del suministro de sangre al estómago, pueden causar acumulación de contenido intestinal y, a su vez, diarrea.
“Cuando el organismo entra en un estado metabólico acelerado al que no está acostumbrado y sobrepasamos los umbrales comunes, al correr o hacer ciclismo u otro deporte, esto puede pasar.
“El cuerpo necesita focalizar toda la sangre en las extremidades y hace una redistribución periférica, le quita un poco de sangre a los intestinos y el cuerpo debe tomar medidas para lograr equilibrio”, explicó Morales.
El principal consejo para evitar esta situación es ir aumentando progresivamente el ejercicio. Si sentimos ganas urgentes de ir al baño al hacer ejercicio, esta es una señal de alerta para bajar el ritmo.
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