La recomendación parece simple, aunque seguirla es complejo: eliminar casi en su totalidad (o no consumir más de 30 gramos al día) todos los carbohidratos y aumentar el consumo de grasas y proteínas. Esto incluye decirle adiós a las “harinas”, las frutas (aunque ocasionalmente pueden consumirse arándanos y frambuesas) y darle más paso a vegetales, carnes y grasas.
Así, en síntesis, es la dieta cetogénica, también conocida como “keto”, un tipo de alimentación muy utilizado en los últimos años (considerado como “moda”) y que tiene tanto amantes como detractores.
Los alcances de este tipo de alimentación fueron uno de los temas expuestos la mañana de este jueves en un panel en el primer Congreso Nacional de Profesionales en Nutrición, que se celebra esta semana en el Hotel Crowne Plaza, en San José.
¿Cualquier persona puede hacerla? La respuesta ante esta pregunta es: casi todo el mundo, pero los interesados en seguir la dieta necesitan de una guía profesional; de lo contrario, podrían presentarse problemas metabólicos y digestivos, entre otros.
“Llevada de forma responsable, con la guía adecuada, esta dieta puede hacerle perder peso, mantenerlo saludable e incrementar masa muscular o el objetivo que usted tenga, pero debe hacerse con la guía de un profesional. El problema es que tenemos un montón de personas que no saben nada de nutrición ni de ciencia y se ponen a dar consejos sobre esto”, dijo a La Nación Marisol Umaña, nutricionista que no solo utiliza este plan de alimentación desde hace más de siete años, también se ha dedicado a investigar la ciencia detrás de este.
“Casi cualquier persona puede realizarla, pero no es necesaria. Si usted tiene como meta bajar de peso, o comer más sano, o aumentar masa muscular, hay otras opciones en las que usted también puede conseguir esos objetivos”, agregó.
La ciencia del keto
Cuando una persona suprime los carbohidratos de su alimentación, el cerebro ya no tiene los nutrientes del azúcar provenientes de los carbohidratos. Por sus características, este órgano tampoco puede consumir la energía generada por la grasa, pues no llega a las neuronas.
Entonces, para poder alimentar al cerebro, el cuerpo recurre a otro mecanismo: produce cetonas o cuerpos cetónicos, compuestos metabólicos generados en el organismo como respuesta a la falta de reservas de energía.
Cuando se entra en estado de cetosis los ácidos grasos se transforman en el hígado en un proceso metabólico que busca obtener energía rápidamente. Una vez que las cetonas se liberan, el cerebro las empleará como fuente energética, como si fuera glucosa.
Esto hace que muchas personas pierdan peso rápidamente y dependerá de cuán disciplinadas sean el mantener esas condiciones.
“Hay personas que hacen ‘keto’ y engordan, pero es porque comen exceso de calorías. Las leyes de la materia no nos las podemos brincar: no se crea ni se destruye, cambia de forma. Si usted consume más calorías de las que va a usar, por más que provengan de alimentos ‘keto’, esas calorías que no se usan van a acumularse y usted va a engordar”, advirtió Umaña.
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De acuerdo con Umaña, la dieta cetogénica ha tenido problemas desde sus inicios, dado que las primeras experimentaciones para llegar a cetosis se hicieron en individuos enfermos. Se dieron alrededor de 1.511 con personas con epilepsia y, al no tener conocimientos aún, esto resultó en desnutrición e inanición para los pacientes.
Hace unos años, la industria descubrió que sí había bondades en este sistema de alimentación –cuando está bien desarrollado– y comenzaron a promocionarla. Pero esta promoción, según los nutricionistas, fue a su vez caldo de cultivo para que personas sin conocimiento comenzaran a idear sus métodos y a hacerles propaganda. También hay quienes se ponen a recetar a diestra y siniestra cápsulas de cetonas, cuando esto más bien puede ser contraproducente.
“Lo primero que debe hacer alguien que quiera dieta keto es buscar ayuda de un profesional. No siga youtubers, no siga influencers ni modelos, siga lo que le dice una persona que estudió”, aclaró Umaña.
¿Cómo seguirla? Luego de contactar a un profesional es necesario que usted tenga a mano el contacto para poder aclarar posibles dudas, dado que la dieta keto no es un sistema de alimentación como cualquier otro y pueden surgir preguntas.
Si usted quiere abandonarla, puede hacerlo en cualquier momento, pero no puede hacerlo “de golpe”, debe ir poco a poco incorporando los otros grupos de alimentos, pues el riesgo de atracones es mayor si no se hace paulatinamente.
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Todos menos...
De acuerdo con Umaña, casi cualquier persona puede seguir este tipo de alimentación. Sin embargo, sí hay excepciones. Personas con problemas de tiroides, con anorexia y otros trastornos alimentarios, deberían abstenerse.
En una entrevista en junio pasado, el endocrinólogo Fernando Andrés hizo salvedades para personas con algunas enfermedades crónicas.
“Hay enfermedades donde la persona necesita carbohidratos. Los diabéticos que ya usan insulina, si continúan su esquema y no reciben carbohidratos pueden tener hipoglicemia (azúcar baja en sangre). La insulina te sirve para absorber la glucosa de los carbohidratos. Al usar la insulina el cuerpo no detecta que no hay carbos y eso causa la hipoglicemia, el cuerpo no tiene cómo absorber esa glucosa. Las personas diabéticas que opten por una dieta keto o de reducción de carbohidratos deben tener un ajuste en su insulina", señaló en aquel entonces.
Según Andrés, las mujeres embarazadas o planeando un embarazo deberían evitar este tipo de alimentación, dado que las cetonas pueden ser abortivas.
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Los riesgos de someterse a este tipo de alimentación sin la guía adecuada, o de hacerlo si por sus características usted no debería hacerlo son muchos.
Por un lado, se podría no tener la cantidad de nutrientes necesarios, por esto Umaña insiste en la importancia de incluir variedad de vegetales. “Pueden comer palanganas de vegetales”, expresó en su ponencia en el Congreso.
El metabolismo es el primer afectado, pero también la salud digestiva. Los niveles de grasa pueden subir y con esto los triglicéridos.
Si la persona no se hidrata bien puede sentir cansancio extremo.
Además, pueden darse desbalances hormonales, especialmente en las mujeres.
“Por eso es que es necesario hacer esto con la guía correcta. Puede dar resultados excelentes, pero deben ser con la guía correcta de un profesional en el tema”, concluyó Umaña.
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