Nuestro país no ha desarrollado aún una investigación sobre los efectos del matonismo en la edad adulta a pesar de que no son pocos los colegiales que han admitido haber sido víctimas de acoso o maltrato.
Un estudio de la Clínica del Adolescente de Hospital Nacional de Niños, presentado a mediados de abril, descubrió que el 24% de los colegiales de la Gran Área Metropolitana (GAM) han sido víctimas de bullying.
El Ministerio de Educación Pública (MEP) tiene registros de que esta situación ha venido creciendo, y de que cada vez hay más jóvenes que se animan a denunciar el abuso y buscar soluciones.
Las denuncias por bullying recibidas en el MEP pasaron de 57 en el 2012 a 210 en el 2013.
Esto demuestra que los menores están más informados, afirmó Rocío Solís, psicóloga y jefa de la Contraloría de Derechos Humanos del MEP.
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“Es uno de los mayores problemas que enfrentan los jóvenes hoy y que debe abordarse por toda la sociedad, no solo desde los colegios. Estamos esperando el nuevo gobierno para reunirnos y hablar sobre la salud de los jóvenes, y ese será uno de los puntos”, explicó Rodolfo Hernández, director del Hospital Nacional de Niños.
Alberto Morales, director de la Clínica del Adolescente, es de la misma opinión.
“Como sociedad debemos ahondar en programas preventivos contra la violencia y el bullying , no solo en los colegios, sino también desde las familias, las comunidades y todo espacio social donde haya adolescentes”, manifestó el especialista.
Acciones. El MEP y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) trabajan en programas conjuntos para combatir el bullying, evitar que tome matices mayores, y que sus efectos psicológicos lleguen hasta la edad adulta.
Los especialistas afirman que es vital trabajar en programas que eviten que el bullying se dé, y que se deje de ver esta situación como algo normal durante la adolescencia, pues las consecuencias pueden acarrearse durante mucho tiempo.