“Yo no recuerdo una vacuna que me hubiera revolcado así, pero también todo se pasó muy rápido. Los efectos no me duraron ni un día completo”.
Las palabras de Ligia Jiménez, quien recibió la vacuna de AztraZeneca contra la covid-19 a finales de mayo, resumen los efectos sentidos por otras personas.
Esta mujer, de 47 años, y quien padece una enfermedad metabólica, dijo sentir dolor de cabeza y cuerpo, debilidad que no le permitía levantarse de la cama y fiebre.
La vecina de Lourdes de Montes de Oca tuvo que pedir dos días de vacaciones de su trabajo, pero reconoce que, en realidad, solo necesitó uno.
“Me vacunaron como a las 8:45 a. m., apenas si sentí la aguja. Las primeras horas era como si nada me hubiera pasado; yo seguí trabajando. Ya antes de las seis de la tarde, me sentía pésimo”, recuerda esta contadora pública.
Esa misma historia es la que describen decenas de personas inmunizadas con ese mismo producto. Algunas de ellas demoraron más tiempo con los síntomas, pero no más allá de 72 horas.
No obstante, esos cuadros están considerados dentro de lo normal para quienes reciben este fármaco.
“Lo que sentimos es nuestro sistema inmune trabajando”, explicó la médica infectóloga Gisela Herrera.
“La inyección estimula a nuestro sistema inmune para reaccionar a la proteína del virus. Es la proteína espiga o espícula, que es la ‘puerta de entrada’ del virus a nuestras células”, añadió.
Estos efectos secundarios, popularmente conocidos como “reacciones”, son la respuesta que tienen nuestras defensas contra un organismo (en este caso, una proteína) extraño para su entorno.
“Significa que nuestro organismo reacciona contra una proteína extraña; esto se daría después para proteger nuestro cuerpo”, precisó Herrera.
La infectóloga recuerda que, por los mecanismos que tienen las dos vacunas utilizadas en nuestro país, estas solo contienen proteínas del virus y no podrían causarnos la enfermedad, ni siquiera con manifestaciones más leves.
Los eventos adversos
La vacuna de AstraZeneca se aplica en nuestro país desde el pasado 26 de abril. Consta de dos dosis que se colocan con 12 semanas de distancia.
Hasta el momento, el país ha recibido 540.000 dosis de este producto. De ellas, 132.000 pertenecen al convenio con el mecanismo COVAX y 408.000 a un contrato bilateral con la compañía.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no ha comunicado cuántas existencias de esta compañía han llegado a los brazos de los costarricenses.
Hasta el 2 de mayo anterior (fecha más reciente para la cual hay datos), el Centro Nacional de Farmacovigilancia (CNFV) había recibido el reporte de 53 eventos adversos de esta vacuna.
Tanto AstraZeneca como la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) les han dado seguimiento a los eventos adversos en los diferentes países. Estos son muy similares a los vistos en Costa Rica.
Esteban Coto, director médico de AstraZeneca para Centroamérica y Caribe, indicó a La Nación que los efectos son mayores y más frecuentes en la primera dosis que en la segunda. Estos son:
- El 60% ha reportado dolor en el sitio de la inyección.
- El 50% ha experimentado dolor de cabeza y fatiga.
- Un 40% percibe dolores musculares y malestar general.
- Un 30% tiene sensación de fiebre y escalofríos.
- Un 20% dijo tener náuseas o malestar estomacal.
LEA MÁS: Así se ve la curva de casos confirmados de covid-19 en Costa Rica
LEA MÁS: ‘Ha sido un infierno’, participantes de ‘Nace una estrella’ narran su experiencia con la covid-19
La especialista advierte que las personas no deben tomar ningún tipo de analgésico u otro medicamento antes de vacunarse. No solo no es necesario, sino que ningún medicamento es inocuo.
“No se premedique. Si después de la vacuna tiene dolores de cabeza o de cuerpo, sí puede tomarse una pastilla que calme el dolor, pero no antes”, aconsejó.
Para Herrera, los casos muy raros en las que las personas desarrollan trombos pueden tratarse, dado que Costa Rica cuenta con los medicamentos necesarios para enfrentarlos.
¿Cuándo acudir al médico? La especialista indica que los eventos adversos más comunes aparecen en las 72 horas posteriores a la inyección; los trombos podrían tomar más tiempo.
Según la literatura internacional, los síntomas en estos casos graves comienzan entre 4 y 15 días después de la inoculación.
Herrera indica que los síntomas dependerán de dónde se encuentren los trombos, pero que, en términos generales, debe acudirse a un centro médico si hay dolor de cabeza muy fuerte, pérdida de fuerza, pérdida del control de los brazos, visión borrosa u otro trastorno visual, desorientación, taquicardia o dolor abdominal intenso, entre otros.
Coto señaló que, en caso de duda respecto a la presencia de síntomas posteriores a la vacunación, la persona debe consultar a su médico.
LEA MÁS: Millones de vacunas Johnson & Johnson producidas en EE. UU. son declaradas inutilizables