El Cairo.
EFE. Egipto mostró al mundo, el pasado sábado, imágenes de la segunda barca solar descubierta junto a la pirámide de Keops hace ya medio siglo, y que aún continúa enterrada debido a su delicado estado de conservación.
Investigadores japoneses introdujeron una minúscula cámara bajo tierra para enseñar en directo, a reporteros y turistas, lo que queda todavía de la embarcación, destinada a trasladar, simbólicamente, al faraón a su vida de ultratumba.
A pocos metros del pequeño agujero por el que han insertado la cámara, un televisor muestra varios listones de maderas alineados en el interior de un cubículo de piedra de 20 metros de longitud.
El secretario general del Consejo General de Antigüedades, el arqueólogo Zawi Hawas, destacó que es la primera vez que los visitantes pueden ver en directo un yacimiento arqueológico sobre el que no ha intervenido el hombre.
“Es increíble, aquí se puede olfatear el pasado”, subrayó Hawas.
El siguiente paso, apuntó, consiste en extraer los fragmentos de la barca (de 4.500 años de antigüedad), restaurarlos y ensamblarlos. El proceso puede tardar 15 años.