Si usted sufre de insomnio o no duerme suficiente es muy probable que su médico o sus amigos le hayan sugerido que realice más ejercicio.
Como bien es sabido, el agotamiento del esfuerzo físico de una rutina de ejercicios contribuye a dormir mejor.
Sin embargo, ese consejo probablemente viene acompañado de una advertencia: mejor no hacer el ejercicio pocas horas antes de irse a dormir porque más bien puede tener el efecto contrario, al alertar el cuerpo y romper su ritmo natural. La sabiduría popular dice que hacer ejercicio de noche le puede robar el sueño.
Pero, ¿es eso real? A falta de evidencia científica contundente para responder esa pregunta, un equipo de investigadores liderados por Matthew P. Buman, de la Universidad de Arizona, EE. UU., decidió estudiarlo con la ayuda de una encuesta.
Para el estudio, encuestaron a 1.000 adultos estadounidenses entre los 23 y 60 años de edad.
Les preguntaron sobre la calidad de su sueño, la cantidad de horas que dormían y si se despertaban descansados.
También les preguntaron sobre su actividad física y el momento del día cuando la realizaban: en las mañanas (más de ocho horas antes de irse a dormir), por las tardes (entre ocho y cuatro horas antes de irse a dormir) o por las noches (menos de cuatro horas antes de irse a dormir).
El resultado: pese a la creencia popular, realizar ejercicio pocas horas antes de ir a dormir no afecta la calidad del sueño, según reportan los expertos en su estudio publicado en la revista Sleep Medicine .
Eso sí, los científicos encontraron que quienes hacen ejercicio más temprano en el día son quienes más beneficios obtienen en términos de calidad del sueño.
No obstante, el estudio señala que el ejercicio por la noche no interrumpe el ciclo del sueño y quienes lo realizan dicen dormir mejor que cuando no lo hacen y despertarse completamente descansados.
Así que ya lo sabe, si quiere dormir mejor haga ejercicio; le ayudará, sin importar a qué hora del día lo realiza.
¡Dulces sueños!