El apoyo de los amigos puede ser un bálsamo cuando nos encontramos con muchas tensiones.
En este sentido, la lógica indica que cuando estamos estresados, si buscamos el apoyo virtual de amigos, también podrían aliviarnos.
Aunque esto es cierto, también hay posibles efectos secundarios, especialmente si estas personas no reciben apoyo y consuelo de amigos “fuera de línea”, con interacción más personal y cara a cara.
Un estudio de la Centro de Investigación y Tratamiento de Salud Mental en la Universidad de Ruhr de Bochum, en Alemania, indicó que el estrés puede llevar a que la persona que busque insistentemente este apoyo en Facebook llegue a una especie de adicción a esta red social, y que, al no obtener la respuesta esperada, se desarrolle aún mayor estrés y se entre en un círculo vicioso.
Los científicos, que publicaron sus primeros resultados en la revista Psychiatric Research, aseguran que esta es solo una primera etapa con 309 individuos y deben hacerse más investigaciones con más personas para llegar a resultados más concluyentes, pero este es el primer paso.
El estudio
¿Cómo se llegó a estas conclusiones? Los investigadores, liderados por Julia Brailovskaia, evaluaron los resultados de una encuesta en línea que fue tomada por 309 usuarios de Facebook entre los 18 y los 56 años. Todos ellos eran estudiantes.
“Invitamos específicamente a estudiantes a participar porque ellos experimentan un alto nivel de estrés por diferentes razones.
"Los estudiantes tienen mucha presión para tener éxito. Más allá de eso, muchos deben dejar su hogar y sus familiares y amigos para mudarse al lugar de estudios, para muchos también es la primera vez que se enfrentan con labores domésticas y eso suma otra carga de tensión. Y el formar una nueva red de amigos y compañeros, aunque no parezca, genera estrés”, destacó Brailovskaia en un comunicado de prensa.
Las respuestas de los participantes no solo daban herramientas para deducir los niveles de estrés, también cuánto apoyo recibían tanto en Facebook como cara a cara para lidiar con ese estrés. También se les preguntaba cuánto tiempo pasaban en Facebook cada día y si sentían que no podían pasar “desconectados”.
“Nuestros resultados muestran que sí hay relación entre la severidad de las tensiones diarias, la intensidad de uso de Facebook, y la tendencia a desarrollar una adicción patológica a esta red social.
"Sin embargo, este efecto se reduce si los usuarios reciben apoyo de familiares y amigos ‘en la vida real’”, señaló la investigadora.
Además, si la persona publicaba algo relacionado con su estrés y no recibía el apoyo necesario en poco tiempo, los niveles de tensión aumentaban.
“Es necesario prestar atención a estas personas que podrían tener una relación patológica con la red social, porque si alguien no puede vivir sin ella, también verá afectada su vida fuera de línea, y esto puede influir en sus relaciones reales con familia y amigos, pero también en su desempeño como estudiantes”. concluyó Brailovskaia.