Washington. Expertos sanitarios de Estados Unidos alertaron este miércoles sobre el regreso del sarampión en los últimos años en el país, especialmente en comunidades que rechazan la vacunación y logran exenciones por motivos religiosos o personales.
Seis focos de sarampión se declararon desde el 1.° de enero en los estados de Washington, Colorado y Nueva York, dejando 159 afectados por la enfermedad.
Desde el 2000, cada año se han registrado entre unos 50 y varios centenares de casos, a pesar de que esa enfermedad muy contagiosa se había declarado erradicada a comienzos del siglo en Estados Unidos.
Ese regreso es "inaceptable", declaró este miércoles Anthony Faucy, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, durante una intervención ante el Congreso estadounidense. "Debemos volver a cero", dijo.
El virus del sarampión es uno de los más contagiosos. Puede permanecer en un lugar hasta dos horas después de la marcha de la persona infectada.
La mayoría de las epidemias estadounidenses de sarampión empiezan cuando el virus llega en el cuerpo de una persona que regresa de un viaje al extranjero, ya que esa enfermedad sigue muy activa en numerosos países.
Luego se propaga entre las personas que no recibieron vacuna, que tienden a vivir cerca las unas de las otras.
"Hay grupos de gente que tiene dudas respecto a las vacunas", explicó Nancy Messonnier, directora del Centro Nacional Para la Vacunación y las Enfermedades Respiratorias.
En los últimos cinco años, 12 de las 26 epidemias (más de cinco enfermos) se declararon en grupos “con vínculos muy estrechos”, como la comunidad somalí de Minnesota en el 2017 o la comunidad judía ortodoxa del barrio de Brooklyn, en Nueva York, el año pasado.
La desinformación sobre las vacunas es uno de los factores que explican esos datos, dijeron los expertos, que culparon a las redes sociales de propagar informaciones falsas sobre los riesgos de las vacunas.
Es segura
La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola es “increíblemente segura”, afirmó Nancy Messonnier. Desde que se creó en los años 60 se han utilizado millones de dosis con éxito.
Y ese éxito es precisamente uno de los problemas actuales, dijo Messonnier. Como el número de los casos de sarampión se ha reducido en un 99% desde el descubrimiento de la vacuna, los padres ya no se dan cuenta de los riesgos.
Para obtener una inmunidad colectiva, es decir, para proteger a las personas no vacunadas y en riesgo (bebés, mujeres embarazadas), la tasa de vacunación debe estar entre el 92 y el 95% de la población, explicó Fauci .
La tasa nacional en los niños se sitúa cerca de ese nivel, pero existen grandes disparidades entre los estados, e incluso entre las ciudades o las escuelas.
La ilustración más flagrante del problema es el condado de Clark, al norte de la ciudad de Portland (noroeste). Sesenta y cinco de los 159 casos nacionales se concentran ahí, y la mayoría de los afectados son niños menores de 10 años.
Hace 15 años, en ese condado, el 96% de los escolares de cinco años estaban vacunados contra el sarampión. En el 2017-2018, la cifra cayó al 84%.
En algunas escuelas, sobre todo privadas, la tasa de vacunación contra esa enfermedad, las paperas y la rubeola oscilaba entre el 20 y el 30% en el curso pasado. Más de la mitad de los alumnos tienen una exención en algunos centros educativos.
Los representantes públicos del estado de Washington han reaccionado a la epidemia promoviendo un proyecto de ley para eliminar las exenciones de vacunas por razones personales o filosóficas. El texto no menciona, sin embargo, los motivos religiosos.
Y otros estados se plantean poner coto a las exenciones.
En Estados Unidos, solo tres de los 50 estados (California, Misisipi y Virginia Occidental) permiten las exenciones únicamente por motivos médicos.