No siempre surge de la misma manera: a veces ocurre de forma intempestiva y con solo ver a esa persona, el corazón late más rápido y nuestro rostro se enrojece. Pero en otras ocasiones todo sucede más lento, incluso podría tardar años... Esa es la reacción ante las feromonas. Lo cierto es que la ciencia es la que actúa como Cupido en el enamoramiento y ese comienzo de una relación de pareja.
Se trata de un proceso de química cerebral en el cual el olfato, más que la vista (creálo o no), tiene un papel preponderante.
Son muchos los estudios que han explorado cómo este sentido influye en la forma en que un ser humano se siente atraído hacia otro.
Mark Kristal, neuropsicólogo de la Universidad de Buffalo (EE. UU.) y especialista en la llamada “química del amor”, sostiene que este proceso es más complejo de lo que uno se puede imaginar.
“En los humanos, las parejas se escogen en términos de bases sensoriales, tanto auditivas como visuales y olfativas. En este sentido, las olfativas son las que primero se notan, aunque la persona crea que no puede oler a la otra y que todo fue visual. El olfato también se agudiza conforme pasa el tiempo y la relación se hace más sólida”, indicó Kristal.
Una de las razones por las que el olfato es tan poderoso es porque las feromonas, hormonas relacionadas con la atracción y el placer, se detectan fácilmente por la nariz.
“Las hormonas son imperceptibles, posiblemente ni siquiera tengan un olor, pero llegan a nuestro cerebro por medio del sistema olfativo. Se activan principalmente en atracción sexual, miedo, alarma y sentido de pertenencia y territorio”, explicó.
El poder del olfato crece conforme el contacto es más íntimo. Por ello, explica Kristal, muchas personas pueden estar ante un grupo de camisetas y reconocen la de su pareja por su olor.
¿Por qué el sudor es importante en las relaciones sexuales?
El olor característico del sudor también posee un papel trascendental en las reacciones sexuales humanas. Una investigación de la Universidad de California en Berkeley indicó que una sustancia, hallada principalmente en el sudor de los hombres, eleva en sus parejas la hormona cortisol, relacionada con el placer y la atracción.
El reporte, publicado en la revista The Journal of Neuroscience, indica que el sudor masculino contiene un químico llamado androstadienona y, cuando una mujer percibe este aroma (de manera inconsciente, pues es muy leve), sus niveles de cortisol se disparan.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores dividieron un grupo de 100 mujeres; a la mitad les dieron a oler una fórmula con androstadienona y a la otra una fórmula sin esta sustancia. Luego se les pidió dar muestras de saliva (para tomar de ahí sus niveles de cortisol) cada 10 minutos durante dos horas.
Así se logró ver que quienes olieron androstadienona tenían niveles de cortisol elevados desde los primeros 15 minutos y permanecieron altos cerca de una hora, lo que no ocurrió con quienes olfatearon el placebo.
El sentido del olfato cambia de persona a persona
El olor natural es clave, pero obviamente hay otros factores por considerar, sobre todo en una especie tan sociable como la humana.
La Nación contactó a Claire Wyart, neuróloga de la Universidad de Berkeley, y ella resaltó que cada nariz humana es un mundo completamente distinto, con receptores olfativos diferentes, por lo que un olor de una misma fuente puede parecerle muy diferente a distintas personas.
Si a esto se le suma que casi todos “disfrazamos” nuestro olor con perfumes y desodorantes, la situación se complica.
Además, los recuerdos hacen que nos atraiga un olor, mientras que a otra persona este mismo le puede resultar desagradable.
“Son muchos los ejemplos: usted puede amar el olor a pastel de manzana con canela porque su abuelita lo cocinaba mucho y eso le trae lindos recuerdos, pero otra persona que tal vez trabajó como esclava en una cocina en la que se hacían esos pasteles puede experimentar rechazo a ese mismo olor”, dijo Wyart. En el amor sucede parecido.
Por todas estas razones, Wyart considera que los perfumes con feromonas que se consiguen en el mercado no tienen caso alguno.
“A todos nos van a oler de forma diferente; es solo pérdida de dinero. Si busca pareja, trate de oler bien, pero más allá de eso, prepare una buena conversación que dure al menos un par de horas para que esa persona pase más tiempo en contacto con su olor natural”, enfatizó.