Si los Gobiernos de cada país implementaran programas para reducir el consumo de sal entre los ciudadanos, prohibieran el fumado en los sitios públicos y dieran seguimiento a personas que ya sufrieron un infarto o un derrame cerebral, las muertes y casos de enfermedades crónicas bajarían hasta en un 25% para el año 2025.
Además, las personas que ya sufren de males como hipertensión, diabetes, cáncer o alguna enfermedad del corazón, podrían tratarse con medicamentos genéricos de bajo costo, que no impliquen un alta erogación para la economía de los países.
Estas son las conclusiones de varios estudios publicados en una edición especial de la revista médica The Lancet sobre este tema.
Los autores de dichos informes son respetables: especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de institutos de investigación en salud a escala mundial y de universidades en distintas partes del mundo.
La conclusión general de estos reportes es que uno de los nuevos Objetivos del Milenio (ODM) –que se definirán en 2015– sería lograr reducir las muertes por estos males antes de 2025.
“La salud es esencial para que las personas puedan contribuir al desarrollo, productividad, crecimiento económico y adaptarse al cambio climático”, dijo, en un comunicado de prensa, George Alleyne, director emérito de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“Como las enfermedades crónicas son uno de los mayores enemigos de la salud, pues causan el 54% de las discapacidades mundiales y el 65% de las muertes, cualquier plan que busque el desarrollo de la humanidad debe tomar en cuenta el control de estas enfermedades”, añadió.
“25 para el 25”. El lema de la iniciativa es “25 para el 25”, y consiste en reducir las muertes por estas enfermedades en un 25% para el 2025.
Estas enfermedades son la causa de muerte más común en el mundo, con un 65%. Por esta razón es que buscan incluirlas en los nuevos ODM.
En Costa Rica, el impacto de estos males es aún mayor. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que el 81% de las muertes entre costarricenses se deben a estos males.
“La situación en Costa Rica es muy preocupante: encajamos perfectamente dentro del perfil de riesgo. Estamos obesos, hipertensos y con riesgo de morir por males crónicos”, explicó Luis Bernardo Villalobos, médico especialista en salud pública.
Para los especialistas de esta serie de estudios, el problema es que no hay acceso a tratamientos.
“El acceso a medicinas y a vacunas para prevenir y tratar estas enfermedades no transmisibles está inaceptablemente bajo en el mundo”, cita uno de los reportes.
¿Qué se propone? Los expertos concluyen que los Gobiernos de cada país deben tener planes de acción en el control del tabaquismo, el que la población consuma menos sal y en tener tratamientos para todas las personas con males crónicos o en riesgo de sufrirlos.
Además, se señala la necesidad de invertir en los seguros sociales, que haya programas que busquen que los enfermos crónicos no dejen su tratamiento, mayor acceso a medicamentos para el control del dolor, y planes de acción para conseguir cada vez mejores fármacos y vacunas.
“Solo con estas iniciativas se podrá hacer una diferencia en las vidas de cientos de millones de personas y de pacientes actuales y futuros con estas enfermedades”, cita uno de los documentos.
Los especialistas también señalan que deben seguirse apoyando todos los esfuerzos de investigación médica para posibles nuevos tratamientos o vacunas.