El auge de mejores tecnologías médicas –tanto en medicamentos como en procedimientos quirúrgicos–, un mayor acceso a agua potable y más conciencia sobre lo que es una dieta sana, aumentan la esperanza de vida de las personas en todo el mundo.
Sin embargo, vivir más no siempre redunda en tener una mejor salud. Hoy, muchos llegan a los años dorados con discapacidades cognitivas y poca calidad de vida.
Ayer, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó varios informes sobre el envejecimiento saludable y sugiere que este debe ser prioridad mundial.
El documento, que compila cinco estudios científicos, dos artículos de opinión y un comentario, se publicó en la revista The Lancet .
Los informes detallan las razones por las cuales se llegó a este envejecimiento, las condiciones de salud de los adultos mayores y el impacto económico de esta situación. El cuarto estudio explora el tema de cómo puede cada persona envejecer con plenitud y felicidad.
Propósitos. Encontrarle sentido a la vida y tener claro un propósito son aspectos clave para gozar de salud emocional y de buena calidad de vida después de los 65 años, anota el informe como una de sus principales conclusiones.
“Conforme aumenta la esperanza de vida y los tratamientos para enfermedades graves se hacen más eficaces, el asunto del bienestar en el adulto mayor adquiere mayor relevancia”, apunta el documento.
“El bienestar se ve afectado no solo por la salud física, sino también por otros factores que incluyen relaciones interpersonales, espacios para sus actividades favoritas, oportunidades de estudio y de recreación. Todo eso hace más sencillo que se le encuentre sentido a la vida”, añade el reporte.
Según los investigadores de la Universidad de Princeton (EE. UU.), el bienestar emocional de una persona redunda en una mejor salud física y en una mayor disposición a seguir terapias médicas.
“Los sistemas de salud deben preocuparse no solo por dar a los adultos mayores tratamientos para enfermedades físicas y discapacidades, sino también para mejorar su condición psicológica y recreación”, argumentan los autores.
En Costa Rica. En el país, el envejecimiento saludable es un tema crucial que aún tiene asuntos pendientes de ser abordados. Si bien la esperanza de vida es alta y se vive bastante, las condiciones que experimentan los adultos mayores no siempre son las óptimas.
Proyecciones del Centro Centroamericano de Población (CCP) indican que para el 2040 habrá unos 972.000 mayores de 65 años. Esto representa el 16,50% de la población nacional, más del doble de la cantidad de adultos mayores de la actualidad (6,96%).
Además, según un informe de la OMS de mayo pasado, cuando los costarricenses llegan a los 60 años su esperanza de vida es mayor.
El reporte apunta que, al cumplir esa edad, los hombres sumarán 22 años (es decir, vivirán hasta los 82) y las mujeres 25 (vivirán hasta los 85 años).
“Viene un reto de crear condiciones para la vida en estas edades. Que se tenga acceso no solo a buenas pensiones, sino también a posibilidades de estudio, pero también de trabajo”, manifestó la gerontóloga Isela Corrales.
Y agregó: “Aquí está lo que, como sociedad, podemos hacer por los adultos mayores, pero también destaca lo que podemos hacer por nosotros mismos para llegar con buena salud a esa edad”.