La incidencia de cáncer de pulmón ha venido disminuyendo en Costa Rica. De hecho, nuestro país es uno de los que menos casos de este tipo de tumor presenta en la región latinoamericana.
Un estudio de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas (ACIB), publicado en la revista Cancer Epidemiology, señaló que “la baja prevalencia del fumado (13% en hombres, 4% en mujeres) probablemente explique la menor proporción de cánceres relacionados con ese hábito (pulmón, páncreas, riñón y vejiga) en comparación con otros países. Las tendencias de estos tumores difícilmente incrementarán, porque la prevalencia del fumado continúa decreciendo”.
Para la investigadora de la UCR Cristina Barboza Solís, esto es un logro de las políticas antifumado en Costa Rica, como la Ley Antitabaco.
Sin embargo, los científicos nacionales no ocultan su preocupación por cómo el vapeo podría afectar la salud pulmonar, no solo con cáncer, sino con otras enfermedades. Esta práctica ha ido en crecimiento.
Los vapeadores o cigarrillos electrónicos son “tubos” o vaporizadores a los que se les introducen sustancias con aromas florales o frutales, con nicotina o sin ella, para que el usuario inhale el vapor que produce el calentamiento de esos productos.
Las enfermedades agudas por esta causa ya se hicieron sentir. Solo el año pasado, 1.356 personas, en su mayoría jóvenes, fueron atendidas en los servicios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por afecciones respiratorias vinculadas con el vapeo. Incluso, en noviembre un adolescente fue víctima de la enfermedad pulmonar asociada al vapeo (Evali, por sus siglas en inglés).
No obstante, las consecuencias a largo plazo todavía no se conocen, dado que este producto apenas tiene un par de décadas en el mercado.
El oncólogo y radioterapeuta Rigoberto Monestel Umaña, quien es parte de la coordinación técnica del cáncer en la CCSS, detalló que las clínicas de cesación de fumado de la institución se convirtieron en clínicas de cesación de fumado y vapeo, donde ya se apoya a las personas para dejar este vicio.
¿El cáncer de pulmón será cuestión de tiempo?
¿El vapeo podría revertir la tendencia a la baja del cáncer de pulmón? La Nación consultó con especialistas en la enfermedad. Ellos señalaron que si bien no puede afirmarse categóricamente, sí hay indicios para pensar que esto podría ocurrir dentro de unos años.
“Eso lo sabremos en 15 años, más o menos. Para mí es un hecho, es lo mismo que sucedió con el tabaco a inicios del siglo XX. Eso ‘no causaba cáncer’, hasta que los datos fueron contundentes. Yo siento que con el vapeo va a pasar lo mismo; es mi percepción. Nos disfrazaron esto como si fuera menos dañino, pero para verdades el tiempo”, comentó Warner Alpízar Alpízar, biólogo especialista en cáncer e investigador de la UCR.
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Para Alpízar, quien no participó del estudio en Cancer Epidemiology, lo más preocupante es que quienes usan vapeadores son en su mayoría personas jóvenes, incluso adolescentes. Más casos de personas con cáncer en su juventud no solo pueden comprometer los servicios de salud, sino también a la parte productiva.
¿Por qué se necesita más tiempo para saber a ciencia cierta si hay vínculos con el cáncer? Monestel explicó que la formación de la enfermedad toma años.
“El cuerpo aguanta mucho, el cuerpo aguanta 10 años, aguanta 20 años, de estar sometido a esas noxas, pero llega un momento en el que las células no aguantan más y se forman problemas en su ADN y genera cáncer. Por eso esa relación del vapeo con los diferentes tipos de cáncer la veremos dentro de unos años”, destacó.
![Vapeo, Vapear](https://www.nacion.com/resizer/v2/TCZIDDAXMFECZPNANEVID3ZQYQ.jpg?smart=true&auth=34f47cf6088ec0367c3d44e7fbbb5efaa3871b89e0c5e40d4b99fd19f6a40610&width=5834&height=3889)
Para Rolando Herrero, investigador de la ACIB y participante en el estudio en Cancer Epidemiology, esta enfermedad no debería ser la única preocupación, porque hay otras que también pueden ser muy dañinas para el pulmón. Al igual que Alpízar, le preocupa el uso de vapeadores por parte de jóvenes.
“Si los jóvenes empiezan con el vapeo con dispositivos con nicotina se hacen adictos a la nicotina, entonces es muy fácil que pasen al tabaco, porque la adicción es muy fuerte. No existe certeza de que el vapeo vaya a llevar al cáncer, pero sí tiene algunas consecuencias en algunos casos graves de inflamación en los pulmones y otras enfermedades pulmonares”, expuso.
Monestel recordó que el vapeo no era tan conocido hace cinco años y hoy se está asociando a diferentes tipos de enfermedades. Todavía no se vincula con cáncer, pero en Estados Unidos hay personas que han requerido trasplantes de pulmón debido al vapeo.
Los entrevistados fueron enfáticos en que lo recomendable es no comenzar a vapear, y si ya se hace, dejarlo.