A partir de este sábado, las mascarillas o caretas serán obligatorias para toda persona que atienda al público y para quienes utilicen el transporte público o asistan a cines, teatros, iglesias y bancos.
Todos esos son sitios que, según el Ministerio de Salud, hay un mayor riesgo de transmisión del virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19.
Además, quienes atienden en restaurantes para tomar el pedido, solo podrán usar mascarillas y no careta. Los clientes deben usar estos dispositivos cuando no están consumiendo alimentos.
También deben utilizar esta protección:
- Clientes y choferes de transporte público dentro de autobús o taxis. Se recomienda también en las paradas.
- Cuidadores de adultos mayores y de personas con discapacidad.
- Personal de call center que comparte cubículos.
- Visitantes de centros de salud, cárceles o centros de personas que consumen sustancias psicoactivas.
Quienes atienden público detrás de vidrios, acrílicos u otra barrera no están obligados a más mecanismos de protección.
Empresas y oficinas de atención han solicitado el uso de este tipo de protección. Dentro de estas están la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, el Instituto Nacional de Seguros (INS), el servicio de transporte Uber, en los mercados centrales en distintas provincias y diferentes municipalidades.
Además, el Ministerio aconsejó el uso de estos equipos de protección en las vías públicas de Pavas, sitio donde hay mayor posibilidad de una transmisión comunitaria activa. También se aconsejan en momentos en donde se va a compartir más de 15 minutos con personas fuera de la burbuja social.
“No quisiéramos dar la falsa impresión de que la mascarilla ya es la salvación”, manifestó este viernes Daniel Salas, ministro de Salud.
“Una mascarilla conlleva un grandísimo nivel de responsabilidad. De no dejarla tirada por ahí, de lavarse las manos, de no tocarla ni tocarse la cara, si no me puedo pasar el virus por ahí. Entender que cuando se humedece debe cambiarse, las gotitas de saliva son un riesgo”, añadió.
Esta nueva normalidad viene acompañada de preguntas: ¿Cómo deben usar estos dispositivos? ¿Qué características deben tener estos implementos? ¿Cuándo usar mascarillas y cuándo caretas? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de cada una? ¿Cómo debe ser su uso en menores de edad?
La Nación consultó documentos de diferentes organismos de salud y conversó con especialistas en medicina, pediatría y psicología para buscar estas respuestas.
Complemento, no medida única
Ni las mascarillas ni las caretas sustituyen al distanciamiento físico y la higiene, son acciones complementarias.
Los dos aspectos claves son mantener al menos dos metros de distancia con las personas que no son de la burbuja social y el constante lavado de manos (o el alcohol en gel, en caso de no tener agua y jabón disponibles).
Si va a usar una mascarilla esta puede ser desechable o de tela, las N95 se recomiendan solo para el personal de salud.
Pero un mal uso de estos implementos podría traer más daños que beneficios.
Lo principal es lavarse bien las manos antes de colocarse este equipo de protección. Colóquelo de manera que cubra nariz y boca. Después de eso no lo toque más.
Lo recomendable es cambiar de mascarilla cada vez que estornuda o tose, o si ya lleva más de tres o cuatro horas con ella puesta, pues la transpiración y la saliva expedida al hablar pueden convertirse en caldo de cultivo para microbios.
Si utiliza una protección desechable, debe botarla en un basurero con tapa. Si es de tela, guárdela en una bolsa y lávela al llegar a casa.
Las caretas deben limpiarse una vez al día con agua y jabón. Estas pueden ser más cómodas y tienen la ventaja de que además cubren los ojos (algo que la mascarilla deja por fuera), no obstante, la protección que ofrecen contra los virus es mucho menor.
LEA MÁS: Vacuna contra covid-19: ¿Quiénes la recibirán primero?
Así se usa una mascarilla desechable
En Costa Rica las mascarillas son obligatorias en transporte público, templos, cines, teatros y para quienes trabajan en atención directa al público.
FUENTE: ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD w. s.INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Las excepciones: quiénes no deben usar
La evidencia deja claro que los menores de dos años no deberían utilizar ningún tipo de mascarilla debido a que su riesgo de asfixia es mayor. A esa edad no puede comunicarse de manera eficiente cuando hay problemas para respirar ni pueden quitarse la mascarilla por sus propios medios.
Además, sin importar la edad, estos dispositivos tampoco son recomendables para quienes tienen problemas respiratorios, no pueden quitarse la mascarilla por sí mismos o tienen alguna discapacidad cognitiva.
Tampoco deben usarse si no va a salirse de casa o dentro del vehículo particular de una persona o familia.
Si las personas están enfermas o se sienten resfriadas lo ideal es que no salgan del todo. Si tuvieran una cita médica, ahí sí procede el uso preferible de mascarillas.
LEA MÁS: Así se ver la curva de casos confirmados de covid-19 en Costa Rica
¿Guantes de látex? Mejor no
A no ser que nuestro trabajo lo indique, los guantes de látex más bien podrían ser contraproducentes y aumentar su riesgo de enfermar. Estos implementos pues son altamente contaminantes y la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda.
“El uso de guantes en espacios públicos no es una medida de protección recomendada ni probada. Esto no sustituye la necesidad de la higiene de manos ni es una medida de protección extra”, señaló la OMS.
“Los guantes no proveen mayor protección ante la contaminación, porque los microorganismos más pequeños pueden sobrepasar los guantes.