Reuniones, requerimientos fuertes, largas jornadas de trabajo, exigencias rígidas, jefes que gritan, insultan y acosan, y baja paga.
Todo esto puede llevar al síndrome de burnout, un trastorno caracterizado por apatía, fatiga, desesperanza, ansiedad y en algunos casos problemas gastrointestinales.
Sin embargo, no es el único factor. Un estudio de la Universidad de Montreal, en Canadá, publicado en la revista Social Psyquiatry and Psychiatric Epidemiology, encontró que tener una pareja comprensiva es igual de importante que tener un jefe comprensivo.
La investigación tomó en cuenta a 1.954 trabajadores de 63 empresas diferentes de áreas muy distintas de trabajo. Todos los participantes convivían con su pareja al momento del estudio.
A todos ellos se les hizo una entrevista en donde se exploraban jornadas laborales, salarios, relación con el jefe y con los compañeros, tipo de labores realizadas. Por otro lado se midió el nivel de apego a la pareja, la cantidad de tiempo compartido, su nivel de relación y la autoestima de la persona.
Se encontró que la vida en pareja podía ser un motivador para las relaciones laborales y que la persona no cayera en burnout, pero también podía ser todo lo contrario y más bien llevarlos a un síndrome peor.
"Para mantener una buena fuerza laboral, debemos darles espacio de cantidad y calidad para que compartan con pareja y familia, esto dará mejor rendimiento", explicó en un comunicado de prensa Alain Marchand, uno de los investigadores.