El bajo deseo sexual es una realidad para mujeres de todas las edades y procedencias geográficas. Un nuevo fármaco promete ser aliado para que quienes aún no han llegado a la menopausia y quieran disfrutar de esta parte de su vida en pareja.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó este viernes el inyectable Vyleesi, del laboratorio AMAG Pharmaceuticals.
“Si tu deseo es más bajo de lo que solía ser. Si ese bajo deseo te frustra. Si quieres tener sexo otra vez... únete”, destaca el sitio web del producto.
Este medicamento es para tratar una condición llamada Deseo Sexual Hipoactivo Adquirido Generalizado. Se cree que al menos una de cada diez mujeres premenopaúsicas lo experimenta en algún nivel.
¿En qué consiste esta condición? Hylto Joffe, director del Centro de Evaluación de Medicamentos de Hueso, Urología y Salud Reproductiva de la FDA explicó: “Hay mujeres que, sin razón aparente, tienen deseo sexual reducido que les causa estrés, que se pueden beneficiar de un tratamiento farmacológico. Esta aprobación les da esta opción.
“Si es importante destacar que estas son mujeres cuya condición no está ligada con otras enfermedades o problemas de salud física o mental, ni con problemas en la pareja. Es para personas que nunca antes han tenido problemas sexuales, y a quienes se les presenta esto y que tampoco tienen algún problema con su pareja, porque los problemas en la pareja sí producen baja en deseo, pero las causas son ese mismo problema, el deseo no subiría con este tratamiento”, añadió.
La afectación va más allá del bajo apetito sexual. Las mujeres pueden experimentar baja autoestima, tener problemas de autoimagen, y tender a rechazar a la pareja, lo cual podría motivar mayores crisis.
¿Cómo funciona?
El principio activo de Vyleesi es la bremelanotida, que activa los receptores de melanocortina, hormonas que usualmente están ligadas con la percepción del dolor, la regulación térmica y el control del hambre y la saciedad. Sin embargo, en los últimos años también se ha visto alguna relación con la sexualidad.
Las pacientes se inyectan este producto debajo del abdomen o en el muslo al menos 45 minutos antes de una relación sexual. Eso sí, no pueden utilizar más de una dosis en 24 horas y se recomienda no exceder las ocho inyecciones al mes.
Durante los ensayos clínicos, realizados en 1.247 mujeres premenopáusicas con esta condición, el fármaco logró aumentar el deseo sexual en al menos doble en un 25% de las mujeres. Mientras tanto, el placebo solo logró aumentar el deseo muy levemente en el 17% de las participantes.
Además, el 35% de ellas dijo que ya no sentir más estrés a la hora de las relaciones sexuales, algo que se vio en menor medida en las personas que se inyectaron un placebo.
Los creadores del medicamento enfatizan en que este producto no está destinado a mejorar el desempeño sexual, solamente trabaja sobre el deseo.
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¿Quiénes pueden usarla? ¿Efectos secundarios?
Este producto no está aún reconocido en Costa Rica pues antes de ello debe superar todo un proceso de evaluación y registro ante el Ministerio de Salud.
Sin embargo, cabe destacar que aún si llegara al país, este producto no es para todas las mujeres con estas condiciones.
De acuerdo con el prospecto del inyectable, mujeres con hipertensión sin controlar o con una enfermedad del corazón no pueden usarlo. Esto es porque se vio que el fármaco aumenta la presión arterial en algunas mujeres (pero estos efectos se normalizaban 12 horas después).
Aún no está aprobado su uso para mujeres embarazadas o en período de lactancia, pero pronto se hará otro estudio para probarlo.
Tampoco puede usarse en personas con condiciones psiquiátricas o cuya relación de pareja esté en problemas.
En cuanto a los efectos secundarios, el 40% de las mujeres en el ensayo clinico mostró náuseas, especialmente con la primera inyección. El 13% necesitó medicamentos para tratar estas náuseas.
Además, el 30% experimentó dolor de cabeza en las primeras dos horas después de la inyección, y un 1% reportó oscurecimiento en partes de la piel, incluyendo su cara y sus pechos. En la mitad de las pacientes estas manchas no se eliminaron por completo.
No obstante, los investigadores rescatan la importancia de este producto: “la baja en el deseo sexual es la disfunción sexual más común en la mujer, y, sin embargo, es poco lo que conocemos de ella. Este producto podrá ayudar a muchas mujeres”, detalló Julie Krop, directora médica de AMAG Pharmaceuticals.
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