Los bronceadores y bloqueadores solares ahora deberán tener etiquetas que indiquen su grado de protección contra la radiación solar ultravioleta y cuán seguros son para evitar el cáncer de piel y el envejecimiento prematuro.
La Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió esta semana nuevas regulaciones para controlar la eficacia de estos productos. Anteriormente, solo era obligatorio que los bloqueadores solares protegieran de los rayos ultravioleta tipo B, causantes de quemaduras, pero no de los del tipo A, que son más dañinos y están asociados con cáncer de piel.
Según explicó el dermatólogo costarricense Pablo César Quirós, existen tres tipos de rayos solares ultravioleta: los A, los B y los C. Los rayos C son los más dañinos, pero son filtrados por la capa de ozono. Los rayos A y B sí llegan a nuestra atmósfera. Los A son más peligrosos porque ingresan de forma más directa a la atmósfera y llegan más a la piel.
Caso contrario, los productos con factores de protección entre 2 y 14 podrán ser llamados de amplio espectro solo si cumplen una prueba. De lo contrario, deberán tener una etiqueta que diga que este producto no garantiza protección contra cáncer o envejecimiento.
“La mayoría de los tumores en la piel se causan por exposición al sol. La gente no solo debe aplicarse bloqueador con un SPF mayor a 15, también deben limitar su exposición al sol”, dijo Janet Woodcock, directora de Evaluación e Investigación de productos de la FDA.
La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es no exponerse más de 20 minutos seguidos a la luz solar de forma continua. Para Quirós, la exposición muy seguida a la radiación solar es la causante del cáncer.
“La acumulación de la radiación ultravioleta hace que se altere el ADN de las células y esto puede hacer que crezcan de forma irregular y puedan causar tumores o manchas”, dijo Quirós, quien añadió la importancia de usar también sombrero y anteojos oscuros.