La mala higiene bucal podría no ser la única responsable de la gingivitis entre los costarricenses.
Resultados preliminares de un nuevo estudio de la Universidad de Costa Rica (UCR) apuntan también hacia las variaciones en genes como posibles factores de riesgo para desarrollar este mal.
Los males periodontales son comunes en el país: nueve de cada diez adultos ticos sufren algún tipo de enfermedad periodontal, que se caracteriza por el enrojecimiento e inflamación de las encías, y, posteriormente, afecta el hueso de la encía.
“Esta es la primera vez que se estudian las variantes genéticas asociadas con esta enfermedad en familias costarricenses completas. Queremos determinar si la herencia tiene peso en la aparición del mal”, dijo Andrés Cervantes, uno de los expertos.
Agregó que “en las familias que estudiamos vimos que sí hay vínculo entre estos genes y la enfermedad. Es gente que, pese a que tiene buena salud dental, puede tener problemas agresivos”.
Según Cervantes, las variantes genéticas IL-6-174, IL-10-1089, IL alfa-308, e IL alfa-889 –que están asociadas a esa enfermedad– se detectaron en las familias que fueron analizadas.
A todas ellas se les hizo una valoración clínica utilizando una sonda especial que determina el nivel de inflamación de la encía y la pérdida de hueso. Se realizaron seis mediciones por cada pieza dental.
Luego se extrajo sangre del paciente. En el ADN de la sangre se buscan proteínas llamadas “citoquinas”, que son consideradas como “marcadores” de la inflamación de las encías.
En estas citoquinas se determina si existen algunas de las variantes genéticas asociadas a la enfermedad periodontal.
“Aún no puede hacerse terapia genética para prevenir esta enfermedad, pero sí podemos advertirle a la gente sobre esta situación y para que tengan mayor cuidado con la higiene dental. Otros factores como el fumado potencian la aparición de este mal”, dijo Gina Murillo, una de los investigadores.
El estudio continúa en proceso. Aún se reclutan familias numerosas para participar en el análisis. También se busca una familia grande sin este mal para que sirva como punto de comparación (grupo de control).
“Debemos analizar más familias y ver la presencia de estas variantes genéticas en la población costarricense en general: ¿es frecuente o solo se ve en pocas familias?”, dijo Murillo.
Esta investigación la realizan científicos de la Facultad de Odontología y del Centro de Biología Celular y Molecular de la UCR, junto con la Universidad de Indiana, en Estados Unidos.
Los primeros resultados se expusieron en el Congreso Mundial de Investigación en Odontología en San Diego, California.