Costa Rica tenía más de dos décadas de no preocuparse por el llamado “gusano barrenador”, pues la mosca transmisora de la enfermedad había sido eliminada del territorio nacional en el 2000.
La historia cambió en julio de 2023, cuando se volvieron a reportar casos en animales de diferentes tipos de ganado cerca de Paso Canoas, en la frontera sur. Desde entonces, no se ha detenido y el pasado 7 de febrero se declaró alerta nacional por la situación.
Este 26 de febrero, incluso, se confirmó el primer caso en seres humanos, en un vecino de Altamira de Pavones, Golfito.
Al 7 de febrero se habían atendido 203 animales enfermos en 14 cantones, principalmente en Corredores, Puntarenas. En humanos, además del ya confirmado hay otro en investigación.
¿En qué consiste esta enfermedad? ¿Por qué puede darse tanto en animales como en seres humanos? ¿Cuáles son las características? ¿Cuál es la diferencia con un tórsalo? La Nación responde estas preguntas con la asesoría de la microbióloga Adriana Troyo Rodríguez, especialista en Entomología Médica.
La mosca y sus larvas
Los gusanos barrenadores son en realidad las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax. Esta mosca es de color azul metálico. En el dorso se le ven tres franjas oscuras, una en el centro y dos laterales.
Esta mosca es un poco más grande de las que generalmente vemos en la cocina, pero la diferencia en tamaño no es mucha. “No es un moscón grande y peludo”, aclaró Troyo.
Tiene una alta capacidad de vuelo, es decir, puede moverse mucho, puede viajar hasta 20 kilómetros y se reproduce rápidamente.
Esta mosca deposita sus huevecillos en tejido vivo de un animal, para hacerlo busca heridas abiertas en la piel de los animales. La operación no es de pocos segundos, pero sí lo suficientemente rápida para pasar desapercibida por algunos animales.
En una sola ocasión puede depositar hasta 300 huevos. Estos huevos eclosionan y comienzan a alimentarse de las células de ese tejido vivo. Cualquier tejido animal puede ser hospedero.
Por el impacto económico, puede ser más común escuchar de la presencia de este parásito en ganado o animales rurales, pero los animales silvestres, domésticos y el ser humano no están exentos de este tipo de infestación.
Según la científica, las larvas maduran en cuestión de seis días. Si no son extraídas por un profesional de la salud, saldrán por sí mismas. Una vez que llegan a un tamaño en el que consumieron suficiente alimento, salen del tejido, caen al suelo y en el suelo forman una pupa, de donde sale la mosca adulta.
¿Cómo actúan las larvas? No es necesario una herida muy grande, la mosca puede encontrar heridas pequeñas; por ahí ingresan y crecen en su interior. Las larvas se van alimentando del tejido y lo van degradando. El huésped puede sentir dolor y percibir cuando se mueven bajo la piel.
El crecimiento y la acción de las larvas dentro de los animales se denomina miasis.
En ganado
Las afectaciones con mayor impacto se dan en animales de producción, porque las pérdidas económicas para los propietarios pueden ser cuantiosas.
“Generan lesiones serias, que dependiendo de la extensión y la ubicación, pueden matar al animal. Esto también puede llevar a la aparición de otras infecciones. Si el animal no muere, igual puede afectar la producción de leche o de productos cárnicos, por ejemplo”, expresó Troyo.
¿Por qué y cómo afecta a los seres humanos?
A Troyo no le sorprendió que se confirmara un caso en una persona. Estaba esperando esa noticia desde que se notificó el reingreso de la Cochliomyia hominivorax al país. Según explicó, la mosca se reproduce tanto y hay tanta circulación, que no era de extrañar que se viera en una persona. Hay menos incidencia en humanos que en animales, pero no es raro.
“No va a ser el último que confirme el Ministerio de Salud. ¿Cuántos habrá? No se verán los mismos números que en animales, pero sí se van a ver varios, más de lo que se ve de miasis provocadas por otras moscas”, destacó Troyo.
Por eso es importante, dijo la bióloga, la alerta que se dio al sistema de salud, para que los Ebáis estén pendientes del tratamiento de heridas, úlceras y que estas sean revisadas en busca de parásitos.
En los humanos, la infestación puede no ser tan severa como en animales, esto es así porque la mosca demora poniendo la totalidad de sus huevos y es más común que una persona ahuyente a una mosca a que lo haga otro animal. Si hay menos huevecillos el impacto es menor.
Por esta razón, las afectaciones mayores pueden ser en individuos con problemas de movilidad o algún tipo de discapacidad. Troyo pide a los cuidadores estar pendientes de si estas personas tienen heridas para mantenerlas limpias, vendadas y protegidas.
Una herida que esté protegida con algún tipo de vendaje o que no esté expuesta de otra forma, tendrá un riesgo mucho menor de esta enfermedad y de padecimientos similares.
¿Por qué se le dice ‘gusano’ o ‘gusanera’ si son las larvas de una mosca?
Las larvas tienen la característica de ser delgadas y alargadas y, a simple vista, parecer un gusano. Como una misma mosca puede poner cientos de huevecillos a la vez, se verá como un grupo grande de gusanos, de ahí el calificativo de “gusanera”.
¿Cuál es la diferencia con el tórsalo?
El tórsalo proviene de otra especie de mosca llamada Dermatobia hominis. Esta mosca es más grande que la Cochliomyia hominivorax. La mosca del tórsalo pone sus huevos en otros insectos, y cuando estos se posan en un animal, dejan caer los huevos que estaban adheridos, se transforman en larvas y penetran en la piel.
Los tórsalos sí pueden permanecer más tiempo en la piel de sus hospederos, unas cuatro o cinco semanas. En las gusaneras, podrían estar fuera del hospedero en cuestión de una semana.
¿El gusano barrenador se quedará?
La reintroducción de la plaga provocó una alerta por parte del Ministerio de Salud y del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa). La fácil reproducción, junto con la amplia movilidad de la mosca y la transferencia de animales de un lugar a otro, aumenta los riesgos de que esta enfermedad se propague.
La enfermedad ya regresó a Panamá, a Costa Rica y Nicaragua está en alerta. Troyo prevé que pronto esta enfermedad estará presente en otros países de la región.
“Es una cosa más que regresó al país a la que hay que tenerle cuidado como le habíamos tenido antes; debemos volver a tomar precauciones, estar atentos para controlar la situación”, dijo.
Troyo contó que cuando la plaga se eliminó del país fue mediante la liberación masiva de machos estériles. Se generaron colonias de moscas en condiciones controladas en donde los machos se esterilizaban y se liberaban.
La hembra de esta mosca copula una sola vez en la vida, entonces si copulaba con un macho infértil no va a desarrollar huevos. Esa fue la estrategia en aquel momento, pero para que se desarrolle se necesita una gran cantidad de machos estériles que puedan competir y ganar contra los machos salvajes.